CURITIBA, BRASIL
Calles y parques que protegen abejas nativas, las “guardianas” de la naturaleza y la biodiversidad

El proyecto “Jardines de Miel” promueve la reintroducción y la conservación de las especies polinizadoras, así como toda la fauna y la flora que dependen de ellas. La estrategia, que otorga un rol protagónico a los espacios públicos, ya es replicada por otras ciudades brasileñas y de todo el mundo.

abejas

“Si las abejas desaparecieran de la superficie del globo, a la humanidad sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas no hay polinización, ni hierba ni animales ni hombres”. 

Esta frase es históricamente atribuida a Albert Einstein, conocido como el científico más importante del siglo XX. Si bien su exactitud no pudo ser demostrada y la autoría pareciera corresponder más bien a apicultores belgas de la década de 1990, lo cierto es que esas palabras portan una de las mayores preocupaciones respecto al futuro del planeta. Y es la misma frase que el gobierno de la ciudad de Curitiba decidió utilizar para promover una de las campañas más innovadoras en pos de la conservación de los polinizadores en Brasil. 

En 2017, la capital del estado de Paraná lanzó el programa “Jardins de Mel” (Jardines de Miel) con el objetivo de destacar la importancia y los beneficios al ecosistema que proporcionan las abejas nativas sin aguijón. Según cifras oficiales, estas son responsables del 40% al 90% de la existencia de la flora brasileña y de al menos el 33% de los alimentos en la región. De esta manera, la política está pensada con un doble propósito: proteger la biodiversidad y aumentar la productividad de las granjas urbanas. 

Jardín de Miel en una esquina de la ciudad. Foto: Fotografando Curitiba. 

¿De qué se trata? 

La iniciativa consiste en instalar cajas –a modo de colmenas– en parques, plazas, escuelas y jardines comunitarios, entre otros espacios públicos. Están cerca de árboles y flores nativas, y cada una tiene un techo pintado de acuerdo a la especie que alberga. Además, incluyen un código QR para que la población pueda conocer más información sobre el proyecto. 

“Fomentamos la conciencia ecológica sobre la importancia y los beneficios de los servicios ecosistémicos. Cualquiera puede ir al parque, conocer las abejas nativas y convertirse en cuidador. Con eso, todo el planeta gana”, cuenta Felipe Thiago de Jesus, agroecólogo e impulsor de la política. 

En Curitiba ya hay cerca de 60 puntos que ofrecen abrigo a las 5 especies de abejas nativas sin aguijón. “Estas son las verdaderas abejas brasileñas, que habitan nuestro continente desde hace millones de años. La abeja picadora fue introducida, modificada genéticamente y extendida por la región”, explica el especialista. 

El proyecto también prevé la creación de una serie de corredores ecológicos “del polen”para multiplicar el efecto purificador del aire en la ciudad y aumentar la calidad de vida de la población. También incluye capacitaciones para que la comunidad sepa cómo mantener saludables los parques. “La mejor manera de cuidar las especies es plantar árboles al lado de los “Jardines de Miel”. Criar abejas sin aguijón es fundamental para ayudar a multiplicar la biodiversidad”, afirma Thiago. 

Capacitaciones a “guardianes de las abejas”. Foto: Municipalidad de Curitiba. 

Una estrategia replicable

Según el impulsor de “Jardines de Miel”, la iniciativa es transformadora y fácil de replicar. “Cuando todas las ciudades de Brasil los tengan, será una señal de que hemos abierto los ojos a nuestros tesoros. Pretendemos llegar al 100% de la población con la información y el debido respeto al tema”, enfatiza en diálogo con el portal G1 (Globo).

Las noticias, en ese sentido, son alentadoras: en 2022, el gobierno de Paraná anunció que replicará el proyecto en los 398 municipios del Estado. “La idea es tomar lo que se implementó en la Capital (Curitiba) y extenderlo a todas las ciudades. Incluso queremos hacer que los niños participen, porque ya crecen con la conciencia de cuidar el ambiente. Las abejas nativas tienen un papel muy importante en la naturaleza”, expresó el gobernador Carlos Massa Ratinho Junior. 

Además de asegurar la polinización y garantizar la producción de alimentos, el programa “Poliniza Paraná” tiene intenciones turísticas. “Se puede explorar mucho las propiedades de los jardines en los parques urbanos”, observó el secretario estatal de Desarrollo Sostenible y Turismo, Márcio Nunes. 

La política puede ser replicada en todas las ciudades con climas similares, de tipo selvático. Además de Paraná, los estados brasileños de Pará, Goiás y Santa Catarina demostraron interés en replicar “Jardines de Miel”. Notando la importancia de conservar las abejas polinizadoras, también lo hicieron Paraguay, Costa Rica y Malasia. 

Colmenas con información en espacios públicos. Foto: Luiz Costa / Prefeitura de Curitiba. 

Una ciudad pionera

Curitiba es tradicionalmente un punto de referencia en la conservación y la mejora de la biodiversidad, además de otras innovaciones urbanas. Desde 1972, la ciudad implementa parques para mejorar el entorno urbano y cuidar sus ríos naturales. Así, hoy la capital de Paraná tiene una red de corredores ecológicos que conectan los espacios verdes y promueven la movilidad de la fauna y la flora. Y fue la primera ciudad en Brasil en crear una estrategia como los “Jardines de Miel”.

También en los 70, Curitiba fue pionera en desarrollar el sistema de transporte público Bus Rapid Transit (BRT) como respuesta a la creciente congestión del tránsito y el aumento de las emisiones de carbono. La estrategia, conocida por crear carriles exclusivos para los buses (metrobús), aún sirve de inspiración a cientos de ciudades por su rapidez y eficiencia. 

Por estas estrategias y muchas más, la ciudad es considerada internacionalmente un modelo de sustentabilidad e inspiración urbana. 

“Curitiba, Brasil: una ciudad sustentable”. Presentación de la agencia CGTN. 

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Foto principal: Fotografando Curitiba.
Redacción +Comunidad.