alcaldes innovadores
La escena es conocida en cada ciudad de América Latina: más demandas que tiempo, más problemas que presupuesto y la obligación de decidir con datos, escuchar a la comunidad y sostener equipos que no se rompan con la rotación política. La pregunta dejó de ser si conviene innovar. La pregunta es cómo convertir esa innovación en resultados medibles para la gente y cómo hacer que esos resultados viajen de una ciudad a otra sin empezar de cero.
En ese marco, la Red de Innovación Local (RIL) seleccionó a 30 alcaldesas y alcaldes innovadores de América Latina por su potencial de cambio y los convocó a tres días de trabajo intenso. La premisa fue clara: aprender entre pares para resolver mejor y más rápido problemas concretos —desde tránsito y residuos hasta turnos de salud, espacio público o seguridad vial—, con una herramienta nueva en el centro de la experiencia: un agente de IA que potencia el trabajo local y aprende de cada iteración.
En la apertura del encuentro, Inés Reineke, directora de Innovación Global de RIL, dejó planteada la vara: “Este programa debería llamarse ‘los primeros 30 alcaldes innovadores’, porque buscamos que esta red se multiplique e inspire a muchos más. Queremos que un buen gobierno local no sea la excepción, sino la regla”. El objetivo, subrayó, es lograr un cambio irreversible en la manera de hacer políticas locales.
En América Latina y el Caribe viven más de 660 millones de personas. La mayor parte habita en ciudades y depende, día a día, de la capacidad de sus gobiernos locales para resolver problemas concretos. No es un dato menor: en contextos de desigualdad y bajo crecimiento, la calidad de las políticas públicas locales puede marcar la diferencia entre una oportunidad y un techo.

El diseño del encuentro: pausa, conexiones y contenido
La propuesta de RIL consiste en conectar y potenciar liderazgos capaces de transformar destinos a partir de evidencia, colaboración y adopción inteligente de tecnología. No se trata de entusiasmarse con modas –remarcan desde la organización–, sino de volver replicables las soluciones que funcionan y acelerar su implementación con herramientas nuevas, incluida la inteligencia artificial, en el terreno.
Maximizar la cercanía con las figuras más destacadas de innovación y formar una comunidad de líderes que pueda potenciar su capacidad de acción. Bajo este esquema, RIL reunió durante tres jornadas a líderes municipales seleccionados por su compromiso y potencial de cambio, y los puso a dialogar con equipos técnicos y compañías aliadas que hoy marcan el pulso de la innovación aplicada. Hubo sesiones con Amazon Web Services (AWS), Meta y Tools for Humanity, entre otras.
“En RIL creemos que generar ciudades de oportunidades en Latinoamérica es posible si los liderazgos locales se animan a innovar poniendo foco en la ciudadanía. Con esta iniciativa apostamos al poder del contagio: elegimos a 30 alcaldes y alcaldesas con altísimo potencial para acercarlos a las herramientas y conocimientos de vanguardia en un escenario de máxima visibilidad, brindándoles una comunidad de soporte e inspiración con el objetivo de que puedan estar a la altura de los desafíos de nuestro tiempo”.
La arquitectura del evento fue deliberada. Pausa, para reconectar con el propósito en medio de la vorágine municipal. Conexiones, porque nadie puede transformar en soledad y la red reduce el costo de aprender. Contenido, para bajar a tierra intuiciones con procesos y datos. Hubo instancias de intercambio, ejercicios prácticos y un testeo guiado del agente de IA, sin que el foco se corriera del cómo y del para qué.
“Tal vez lo más innovador en la gestión pública sea parar para pensar —propuso Jorge Melguizo, exsecretario de Cultura de Medellín–. Darse el lujo en medio de la cotidianidad, de las urgencias, de los desesperos… parar un par de días para decir: ‘señores y señoras, ¿dónde estamos? ¿Qué es lo que tenemos que pensar? ¿Qué tengo yo que aprender y dónde hay experiencias para compartir?’”. En un clima de taller, esa pausa se volvió método: identificar prioridades, armar hojas de rutas y comprometer seguimientos compartidos.

Gobernar en tiempos de IA: de la especialización al resolver
La discusión tecnológica evitó caer en la tentación del “caso de uso” aislado. Delfina Irazusta, directora ejecutiva de RIL Global, marcó el punto de partida: “¿Qué pasaría si, al asumir, alcaldes eligieran los desafíos que quieren resolver y organizaran a todo su equipo alrededor de esa épica? Si los identifican, los visibilizan y hacen lo más importante que puede hacer un líder: alinear a su equipo. ¿Qué pasaría si ayudan a las personas a descubrir su propósito?”. Y dejó una clave para el día a día: “El líder que lo logra puede potenciar significativamente el compromiso y la efectividad de su equipo”.
Irazusta invitó a ir más hondo: “Probablemente estamos transitando la última década de la vida y el mundo como lo conocemos”. Un mundo que, explicó, estructuró identidades, jerarquías e instituciones alrededor del conocimiento especializado. Si ese eje ya no alcanza, hay que reordenar el trabajo estatal en torno a habilidades críticas para resolver problemas, colaboración sin silos y foco en implementación. No alcanza con enumerar soluciones posibles: importa cómo se implementan, con quién y con qué métricas.
“El presente no es un punto de partida, es el resultado de un pasado colectivo que nos trajo hasta aquí. Lo más disruptivo en tiempos de IA no son los algoritmos, es rescatar nuestra humanidad”, resumió Nano Kigel, CEO de Minds Colab. La frase funcionó como brújula para que la tecnología no tape lo esencial: las personas, los equipos, los procesos.

La pieza nueva: un agente de IA que estructura, acompaña y aprende
El corazón operativo del encuentro fue el taller de testeo de un agente de IA que RIL está desarrollando junto con aliados tecnológicos, como Google. ¿Para qué? Para acompañar a los gobiernos locales en las tres fases clave de cualquier política: planificación, ejecución y evaluación.
La herramienta sugiere preguntas, checklists y caminos de implementación, aprende de cada iteración y promueve que las soluciones exitosas “viajen” entre ciudades con contexto y métricas. Panamá fue la primera prueba con equipos reales, precisamente para ajustarla a necesidades concretas antes del despliegue regional.
La elección de Panamá no fue aleatoria; es la metáfora exacta. Un istmo que une las Américas y, a la vez, un canal que enlaza Atlántico y Pacífico, donde cada cruce exige precisión para no encallar. Probar allí el agente de IA tuvo sentido: la herramienta debe comportarse como un práctico que sube a bordo cuando el paso se estrecha, ordena maniobras y vuelve a tierra cuando el barco retoma rumbo propio.
Como unas esclusas —aquellas cámaras de agua que, como ascensores, elevan o descienden a los barcos para salvar diferencias de nivel entre tramos—, el agente ayuda a subir y bajar: de propósito a objetivos, de objetivos a tareas, de tareas a métricas, con mínima fricción. Si funciona en el cruce, funciona en cualquier puerto. Por eso Panamá: punto de encuentro y banco de pruebas a la vez, donde comprobar que las soluciones pueden pasar de una orilla a otra sin perder carga.

Mapa latinoamericano: voces que aterrizan y conectan
Los alcaldes innovadores de América Latina forman un mosaico regional diverso. De Argentina participaron Leonel Chiarella (Venado Tuerto), Ariel B. Sujarchuk (Escobar), Esteban Allasino (Luján de Cuyo) y Rosario Romero (Paraná). Desde Brasil llegaron Elisa Araújo (Uberaba), Rodrigo Neves (Niterói), Lucielle Laurentino (Bezerros), Kayo Amado (São Vicente) y Adriano Silva (Joinville). De Chile se sumaron Tomás Vodanovic (Maipú), Claudio Castro (Renca) y Camila Merino (Vitacura).
Desde Colombia estuvieron presentes Hugo Alonso Jiménez (Carmen de Viboral), Víctor Ramos (Palmira) y Víctor Sánchez (Soacha). De Ecuador participaron Marciana Valdivieso (Manta) y Juan José Yúnez (Samborondón). Desde Guatemala acudió Juan Manuel Asturias (Antigua Guatemala). De Panamá participaron Mayer Mizrachi (Panamá) e Irma Hernández (San Miguelito). Desde Paraguay viajó Fernando Ramírez (Pilar). De Uruguay participaron Richard Sander (Rivera) y Felipe Algorta (Durazno)..
Ese mapa —de ciudades intermedias, áreas metropolitanas y capitales departamentales— procura ser la base para que los aprendizajes viajen y se adapten con contexto. En conjunto, los territorios representados en esta ocasión suman casi 7 millones de habitantes; es decir, una población con potencial de verse beneficiada de forma directa por los pilotos y políticas que se implementen y compartan entre ciudades.

Leonel Chiarella (Venado Tuerto, Argentina) regresó con una lista de tareas concretas. “Me vuelvo con aprendizajes concretos y con herramientas que vamos a aplicar en nuestra ciudad para ser más eficientes en la gestión y brindar mejores soluciones a los venadenses”, afirmó el intendente. “Estos espacios son clave para pensar cómo innovar desde lo local. Y para llevar a nuestros vecinos respuestas concretas a las demandas de todos los días”, añadió.
Desde Palmira (Colombia), Víctor Ramos prefirió subrayar el sentido: “Este reconocimiento no es mío, es de los palmiranos. Es el resultado de un trabajo colectivo, donde la tecnología se pone al servicio de la gente, no al revés. Viajamos a Panamá no solo a recibir un galardón, sino a aprender, compartir y construir soluciones que impacten positivamente a toda América Latina”.
En Maipú (Chile), Tomás Vodanovic fue directo al punto: “Hoy tenemos la oportunidad de darle prioridad a la innovación y las nuevas tecnologías al servicio de una gestión más eficiente del Estado. El buen uso de la tecnología puede, sin duda, ayudarnos a resolver mejor y más rápido los problemas cotidianos de la gente”.
Su par de Renca (Chile), Claudio Castro, hiló con la misma idea: “Este ha sido un espacio muy potente entre alcaldes y alcaldesas de América Latina. Hemos podido conocer en profundidad el impacto y el potencial que puede tener la IA bien aplicada en nuestras gestiones municipales”.
Y desde Vitacura (Chile), Camila Merino reforzó el valor de las políticas públicas de calidad: “Participar en este encuentro internacional fortalece el liderazgo de Vitacura en innovación pública. Aquí compartimos nuestra experiencia y mostramos cómo una comuna puede avanzar con soluciones modernas y eficientes para beneficio directo de sus habitantes”.
De Joinville (Brasil), Adriano Silva puso el acento en la colaboración: “Más que un simple reconocimiento, esta es una oportunidad única para intercambiar experiencias y buscar soluciones a los desafíos que enfrentan todas las ciudades”. Lucielle Laurentino (Bezerros, Brasil), valoró el intercambio sobre IA y decisiones basadas en datos, evidencia y personas.
Elisa Araújo, de Uberaba (MG), resumió el evento como una misión de innovación “donde cada alcalde puede compartir las innovaciones realizadas en su ciudad” para encontrar respuestas comunes. Y Kayo Amado, de São Vicente (SP), conectó con el día a día. “Para que realmente cambiemos la realidad y mejoremos la vida de las personas, la innovación debe estar presente en la vida cotidiana”, reflexionó.
Qué se llevan los alcaldes innovadores
- Un prototipo de IA como copiloto de gestión, puesto a prueba con casos reales y equipos reales.
- Contactos y pares de referencia para acelerar implementaciones. La creación de una comunidad de alcaldes líderes de la región, que pueda acompañarse para potenciar el impacto de sus acciones.
- El valor del liderazgo para alinear equipos en torno a retos complejos.
- Compromisos concretos. Lo dijeron varios protagonistas al despedirse: volverán a sus territorios con ideas para bajar a tierra lo discutido en Panamá.
“Ustedes están gobernando para una niña que aún no nació en su territorio y en 16 años tiene que tener una vida distinta a la de sus padres”, dejó como desafío Jorge Melguizo. Al momento del cierre, decidió centrar su intervención en cuatro conceptos: ciudad y sociedad, seguridad, equidad y gestión.
“Tres días. Decenas de charlas. Una nueva conexión. Herramientas para sus gobiernos”, sintetizó Victoria Gadea, directora ejecutiva de RIL Uruguay, celebrando que los equipos regresen con energía y una red local y regional que los potenciará. Y la frase que muchos se llevaron escrita en el cuaderno: gobernar bien debe ser la norma, no la excepción. ¿La idea? Que sean cada vez más los alcaldes innovadores.
“Construir mejores prácticas de gestión de gobiernos locales pasa hoy, también, por cambiar el algoritmo. Por romper los algoritmos que nos han determinado caminos políticos e institucionales. Es necesario no dejarse arrastrar por las tendencias, es necesario construir horizontes diferentes a los tradicionales. Una gestión pública innovadora tiene que cambiar los qué y, fundamentalmente, cambiar los cómo”.
Jorge Melguizo.

Propósito, método, comunidad
Quedó una idea fuerza que atraviesa todo el programa. La dijo Jorge Melguizo y resonó en varias voces: parar para pensar puede ser lo más disruptivo en la gestión pública, si ese alto conduce a mejorar cómo resolvemos. Completó la idea Nano Kigel: en tiempos de IA, lo verdaderamente nuevo es no olvidar la humanidad que hay detrás de cada decisión.
Por eso, más que “casos de uso”, este encuentro puso el foco en organizaciones que resuelven. En equipos alineados en torno a desafíos claros, una herramienta de IA que ordena la práctica y una red que acelera aprendizajes. El resto —presupuesto, normativa, alianzas— se vuelve manejable cuando el método y el propósito están claros.
Y, como recordó Inés Reineke al abrir y al despedir, esto recién empieza: los primeros 30 alcaldes innovadores son la primera onda expansiva de un cambio que busca convertirse en irreversible.
Si en 16 años la niña que hoy no nació vive mejor en las ciudades latinoamericanas, habrá valido la pena cada pausa, cada conversación y cada experimento.


Los costos de los viajes de los alcaldes innovadores fueron cubiertos por la Red de Innovación Local.
Redacción +COMUNIDAD.