100 CIUDADES CERTIFICADAS #3
Cinco políticas que reflejan eficiencia municipal: el caso de Venado Tuerto

Ordenar procesos, medir resultados y sostener un método. En Venado Tuerto (Santa Fe, Argentina), la eficiencia se traduce en acciones concretas: un basural que va desapareciendo, una cuadra de pavimento cada cinco días, un parque-humedal que recupera el paisaje, más de 1.000 personas insertadas en el trabajo formal y un plan estratégico construido junto con la comunidad. Por estas y otras iniciativas, la ciudad obtuvo la certificación del programa 100 Ciudades Certificadas de la Red de Innovación Local (RIL) en la categoría Gestión Eficiente.

Venado Tuerto, 100CC.

“Después del pavimento, muchos vecinos pintaron sus frentes, hicieron sus veredas. El barrio cambió”, cuentan en la zona norte de Venado Tuerto. “Mi hija con discapacidad ahora puede salir con su silla de ruedas sin embarrarse”, agrega otra vecina. Son frases que resumen lo que, en esta ciudad santafesina, se volvió una marca de gestión: transformar con hechos visibles y medibles.

A unos pocos kilómetros de allí, en el nuevo predio de tratamiento de residuos, Samuel Resser se detiene un instante antes de volver a su puesto en la cinta de clasificación. “Aprendí reciclaje, aprendí muchísimo sobre maquinarias, compañerismo y un estilo de vida también”, reflexiona. Él forma parte del equipo que logró recuperar 1.500.000 kilos de materiales que antes terminaban en el basural a cielo abierto, una de las transformaciones más profundas que vivió Venado Tuerto en los últimos años.

Detrás de estos cambios hay un patrón común: método, participación y trabajo en red. Lo que antes eran respuestas aisladas, hoy se integran en una estrategia que combina eficiencia, innovación y compromiso comunitario. “Planificamos, nos ponemos objetivos medibles, hacemos reuniones de seguimiento, evaluamos y generamos datos para tomar mejores decisiones”, resume el intendente Leonel Chiarella. “Todo eso se traduce en resultados que transforman nuestra ciudad”, añade. 

En 2025, esa transformación fue reconocida con la certificación de Gestión Eficiente del programa 100 Ciudades Certificadas de la Red de Innovación Local (RIL), que distingue a los gobiernos locales que administran sus recursos con responsabilidad, innovación y enfoque estratégico.

Cinco políticas —ambientales, urbanas, productivas, participativas y sociales— explican cómo una ciudad media del sur santafesino consiguió ordenar su gestión y transformar su entorno.

1. Objetivo Cierre Basural y profesionalizar el reciclaje

Cuando el fuego arrasó la planta de tratamiento en 2022, muchos creyeron que el cierre del basural a cielo abierto que tanto esperaban volvería a postergarse. Pero la historia siguió otro camino. Con apoyo del sector privado (Grupo Corven) y el compromiso del equipo municipal, Venado Tuerto aplicó un sistema de mejora continua para reconstruir la planta, capacitar a los trabajadores e incorporar tecnología. Hoy, el predio funciona también como centro educativo ambiental y ya recuperó 1.500.000 kilos de materiales que antes iban a disposición final.

El cambio no fue sólo estructural; fue cultural. En la nueva planta, cada tarea se revisó paso a paso bajo la metodología Kaizen, una práctica japonesa de mejora continua que apunta a pequeños cambios sostenidos en el tiempo. Se mapearon los procesos, se definieron estándares operativos, se midieron tiempos y se eliminaron tareas sin valor agregado. El resultado fue una operación más ordenada, segura y eficiente.

La gestión también se apoyó en tecnología: todos los camiones cuentan con monitoreo satelital, lo que permite identificar el tipo de residuos recolectados y detectar zonas con fallas en la separación domiciliaria. Esa información se usa para reforzar las campañas educativas y cerrar el circuito entre gestión y ciudadanía.

Planta de tratamiento, Venado Tuerto.
Así había quedado la Planta de Tratamiento de Residuos de Venado Tuerto tras el incendio de 2022. Foto: Sur 24. 

El programa Reciclar Venado consolidó la participación vecinal y empresarial. Más de 100 empresas e instituciones firmaron convenios para implementar la separación en origen en sus espacios, y se realizaron 147 acciones de capacitación, campañas en redes, colocación de tachos diferenciados y jornadas de voluntariado.

“Cerrar el basural a cielo abierto era una deuda pendiente que teníamos como ciudad. Logramos reconstruir la planta y convertirla también en un espacio educativo”, cuenta Juliana Santi, directora de Ambiente. “Decidí sumarme porque considero que los cambios arrancan desde lo local –agrega Brenda Moyano, voluntaria de Reciclar Venado–. Para mí reciclar es compromiso, unión y trabajo en equipo. Hay una conciencia ambiental distinta, la gente está comprometida y eso motiva muchísimo”. 

El impacto social también es visible puertas adentro. Diez personas que antes trabajaban informalmente en el basural fueron incorporadas al plantel con empleo formal y capacitación. El esquema de incentivos reparte el 50% de las ganancias de materiales recuperados entre los trabajadores según productividad y reconoce con premios las ideas innovadoras que mejoren procesos o seguridad.

“Aprendí el reciclaje, aprendí muchísimo sobre maquinarias, compañerismo y un estilo de vida también”, resume Samuel Resser, trabajador de la planta.

Esta política combina tres dimensiones que rara vez se alinean: eficiencia operativa, inclusión social y sostenibilidad ambiental. Un ejemplo claro de cómo la gestión pública puede aprender de la industria sin perder su sentido humano.

En 2024, se inauguró la nueva Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos en Venado Tuerto. Foto: MVT. 
Reciclar Venado Tuerto.
Reciclar Venado. Foto: MVT.

2. Obras públicas con recursos propios: pavimentar una cuadra cada cinco días hábiles

En tiempos en los que muchas obras municipales están sujetas a transferencias externas, Venado Tuerto logró mantener un ritmo constante con recursos propios. Así, el equipo municipal afirma que han logrado una cuadra pavimentada cada cinco días hábiles. Entre diciembre de 2019 y octubre de 2025, ya son 278 cuadras nuevas, distribuidas en distintos barrios de la ciudad.

El logro no se explica sólo por la inversión, sino por el cambio en la gestión operativa. En la fábrica municipal de tubos, el equipo de Obras Públicas aplicó también una observación Kaizen: reorganizó el depósito, separando materiales listos de los que estaban en secado, y reordenó las cuadrillas con días específicos para pedidos particulares y otros para obras planificadas.

Eso permitió reducir roturas, evitar desperdicios y sostener el ritmo, explican. “El pavimento es más que una obra: te cambia la vida. Reduce costos de mantenimiento, mejora la accesibilidad y genera orgullo barrial y sentido de pertenencia”, sostiene Guillermo Kovacevich, secretario de Servicios y Obras Públicas. 

Así, la combinación de planificación, trabajo propio y participación vecinal consolidó un modelo de obra eficiente, progresiva y equitativa, que reduce reclamos y mejora la calidad urbana sin comprometer las finanzas locales.

Pavimentación en Venado Tuerto.
Obras de pavimentación en Venado Tuerto. Foto: MVT.

3. Gobernanza participativa: planificar Venado Tuerto con su gente

En Venado Tuerto, la participación ciudadana se transformó en un modo de planificar. El Plan Estratégico Participativo (PEP) reunió a más de 1.000 personas entre talleres presenciales, encuentros de juventudes, espacios para infancias y consultas virtuales. De allí surgieron un diagnóstico, un documento final y una agenda de seguimiento que orienta las políticas públicas.

“Nosotros planteamos desde un inicio que la comunidad no tenía que ser una mera espectadora, sino involucrarse, proponer y opinar”, afirma Ana Inés Acosta, subsecretaria de Gestión Participativa.

El PEP no quedó en los papeles. Inspiró herramientas como Quiero a mi Plaza, que financia proyectos vecinales en espacios verdes de las cuatro zonas de la ciudad; el Eco-Ideatón, donde jóvenes presentan ideas ambientales votadas por la comunidad; o Concejales por un Día, un programa que forma a estudiantes en oratoria y formulación de ordenanzas.

También fortaleció las comisiones vecinales, que se eligen con boleta única cada dos años, y los proyectos de datos abiertos, con acompañamiento de la Unión Europea y la fundación País Abierto y Digital.

Desde el sector privado, Jorge Álvarez, presidente de la Cooperativa de Parques Industriales COPAIN, destaca el valor del proceso: “Primero una instancia de organización, luego participación, y después conclusiones y generación de proyectos para la ciudad. Cuanto más personas opinan, se pueden alcanzar mejores resultados”.

La participación se volvió –sostienen desde Venado Tuerto– en una herramienta de eficiencia: cuando las políticas se diseñan con la gente, los recursos se aplican mejor y los proyectos ganan legitimidad y sostenibilidad en el tiempo.

Plan Estratégico Participativo, Venado Tuerto.
Plan Estratégico Participativo y Quiero a mi Plaza. Foto: MVT. 

4. Área Recreativa Norte (AReN): valorizar un humedal, conectar ciudad y naturaleza

En la Pampa de las Lagunas, donde Venado Tuerto se asienta sobre cañadas y bajos naturales, el agua es un desafío permanente. En el norte de la ciudad, esa geografía se transformó en oportunidad: el Área Recreativa Norte (AReN) busca recuperar un humedal urbano como parque público y sistema de regulación hídrica.

El proyecto, surgido del Plan Estratégico Participativo, se basa en una idea simple pero potente: diseñar con la naturaleza, no contra ella. Por eso, los espejos de agua siguen las cotas de inundación, los senderos y oficinas se construyen elevados y los materiales —piedra, hormigón, metal— están pensados para resistir el contacto con el agua.

El AReN combina infraestructura, paisaje y educación ambiental: un espacio de 16 hectáreas con más de 500 árboles nativos, 2,1 kilómetros de senderos, 450 luminarias LED, 650 metros de emisarios y 16 cuadras de pavimento que mejoran la conectividad del barrio. 

Las primeras etapas incluyeron movimiento de suelo, creación de espejos de agua, plantación de los primeros 200 árboles y conformación del equipo de mantenimiento. Todo ejecutado con maquinaria y personal municipal, bajo un esquema modular que permite avanzar por fases sin comprometer la funcionalidad.

¿Por qué es una política eficiente? En la Municipalidad enumeran varios puntos:

  • Uso de recursos propios: ejecución inicial con maquinaria y personal municipal.
  • Gestión anticipada: proyecto planificado.
  • Obra multi impacto: recreación + ambiente + atenuación hídrica.
  • Diseño modular: permite avanzar por etapas sin comprometer la funcionalidad.
  • Evita costos futuros: reducción de emergencias, anegamientos y deterioro de la zona.
  • Cambia la lógica del gasto: de reparar y contener, a transformar y dar valor 

“El AReN nace con un objetivo claro: ofrecer un gran pulmón verde para Venado Tuerto y toda la región”, afirma el intendente Leonel Chiarella. “Forma parte de una decisión política que apunta a reconectar la ciudad con su paisaje natural. El espacio público es el motor de la transformación cultural, social y ambiental”, agrega. 

Más que una obra –profundizan– el AReN propone una nueva mirada sobre el territorio: cuidar el ambiente desde la gestión urbana, sumando valor y reduciendo costos futuros por anegamientos o emergencias.

5. Empleo y desarrollo productivo: articular para generar oportunidades en Venado Tuerto

El desarrollo económico también puede medirse en eficiencia. Venado Tuerto lo hace a través de una política integral que articula al Estado con el sector productivo y educativo.

La base fue un relevamiento de la matriz productiva local, que identificó las demandas de capacitación y las brechas de calificación laboral. Con esos datos, la Secretaría de Desarrollo Productivo puso en marcha capacitaciones específicas, una Mesa de Capital Humano con referentes empresariales y un Centro de Entrenamiento con Simuladores para la Producción, inaugurado en 2024.

“Realizamos un censo de matriz productiva que nos permitió conocer cuál era la demanda del sector productivo en función de las características laborales que ellos requerían. Además de conocer toda la producción, el mercado y la innovación que tiene nuestra ciudad”, explica Camila Vicente, secretaria de Desarrollo Productivo. “Con este programa hemos generado más de 1.200 incorporaciones laborales”, especifica. 

El Centro de Simuladores, ubicado en el Parque Industrial, se convirtió en una herramienta de aprendizaje innovadora. Se trata de un espacio que capacita a quienes buscan trabajo y también a quienes ya están empleados y quieren perfeccionarse. “Recibimos visitas de escuelas secundarias de la ciudad .Esto nos permite mostrarles a los chicos cuál es la matriz productiva de Venado Tuerto y que conozcan un modo innovador de capacitar en oficios”, cuenta Inés Paitovi, directora de Empleo e Innovación.

Para la Municipalidad de Venado Tuerto, esta política refleja un enfoque de eficiencia basado en datos, cooperación y continuidad: formar talento local para responder a las necesidades del mercado, fortaleciendo al mismo tiempo la economía y la comunidad.

Centro de Simuladores, Venado Tuerto.
Centro de Simuladores, Venado Tuerto.
Centro de Entrenamiento con Simuladores para la Producción, Venado Tuerto.

Aprender y mejorar, dentro y fuera del municipio

El impulso de profesionalizar la gestión también alcanzó a los equipos municipales. En 2019, un censo interno reveló que más de la mitad de los trabajadores no había completado la secundaria. A partir de un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Venado Tuerto se sumó al programa Terminá la Secundaria, gratuito y acompañado: 46 empleados ya obtuvieron su título y 120 más están cursando.

“Uno de los ejes para gestionar nuestra ciudad tiene que ser fortalecer los vínculos humanos. ¿Qué íbamos a hacer si queríamos transformar a la ciudad en más moderna y eficiente con respecto a nuestros trabajadores?”, sostiene Mariano De Mattía, secretario de Gobierno.

Para Pablo González, director de Recursos Humanos, la clave está en “escuchar, cuidar y estimular”, porque un Estado eficiente también se construye desde la motivación y el crecimiento de quienes lo sostienen.

Pamela Ramill, trabajadora municipal desde hace más de 10 años, es una de las personas que completaron sus estudios secundarios a través de este programa. “Es mucha emoción decir: pude. No importa la edad, siempre se puede”, cuenta, con el título colgado en su casa.

Trabajadores municipales terminaron sus estudios secundarios. Foto: MVT. 

Método, no milagros en Venado Tuerto

“Venado Tuerto se destaca por su manera de gestionar con participación. Por su impulso al desarrollo económico y el empleo. Por su trabajo para cuidar el ambiente y promover el reciclaje. Y por el compromiso por cuidar y acompañar a los nuestros”, resume el intendente Leonel Chiarella

El reconocimiento de 100 Ciudades Certificadas de RIL busca confirmar una idea que atraviesa las cinco políticas: la eficiencia no es una meta aislada, sino una forma de gestionar. En Venado Tuerto, esa forma tiene tres componentes —método, evidencia y participación— y un resultado tangible: una ciudad que intenta funcionar mejor porque escucha, mide y ejecuta cada día.

Esta nota integra una serie que busca visibilizar casos de ciudades de Argentina y la región donde la eficiencia dejó de ser un ideal para convertirse en una práctica cotidiana. En este caso, que obtuvieron la distinción del programa 100 Ciudades Certificadas de RIL.

Redacción +COMUNIDAD