Suicidio
El suicidio es la segunda causa de muerte entre niños, niñas y jóvenes de 10 a 24 años a nivel global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que enfrentar esta problemática requiere políticas públicas con foco en la prevención, el acompañamiento y la construcción de entornos protectores.
En Argentina, las muertes por suicidio superan a los homicidios dolosos y a las producidas por accidentes de tránsito. En 2024, 4.249 fallecieron por suicidio en el país, según cifras del Ministerio de Seguridad Nacional.
En ese contexto, San Miguel, un municipio de la provincia de Buenos Aires con algo más de 328.000 habitantes, creó el primer registro local de salud mental adolescente, que le permitió identificar en tiempo real los contextos, métodos y necesidades de intervención de jóvenes del distrito. Con esos datos como base, la Dirección de Salud Mental de la Municipalidad diseñó un plan integral de prevención del suicidio que pone a la juventud en el centro y redefine la manera de abordar la salud mental desde lo local.
El cambio de paradigma fue claro: pasar de la atención hospitalaria centralizada a una red comunitaria presente en cada barrio. Por eso, el plan se implementa en los Centros de Atención Primaria (CAPS), con equipos interdisciplinarios que trabajan junto con escuelas, familias y comunidad.
Desde 2023, a través del Plan Integral de Abordaje al Suicidio en Niñez y Adolescencia, San Miguel no sólo visibilizó el problema: también mostró que los gobiernos locales tienen un rol clave a la hora de salvar vidas. En 2024, el municipio no registró suicidios de menores de 18 años con domicilio en su territorio. En lo que va de 2025, sin embargo, la situación se revirtió y el desafío se mantiene vigente, por lo que se intensifican las acciones de acompañamiento y prevención.
Plan Integral de Abordaje al Suicidio en Niñez y Adolescencia
Mariano Bigliani, director de Salud Mental de San Miguel, explicó a +COMUNIDAD qué factores y diagnósticos locales motivaron la creación del Plan Integral de Abordaje al Suicidio en Niñez y Adolescencia, y cómo se diseñó la estrategia que ya cuenta con reconocimiento internacional.
“San Miguel no contaba, antes del programa, con datos estadísticos sobre esta problemática, que representaba una preocupación creciente en las áreas de salud, educación e infancia”, señaló. Por eso, uno de los objetivos centrales fue generar información epidemiológica local confiable, que sirviera de base para políticas públicas ajustadas a la realidad del municipio.
El sistema que se puso en marcha integra datos de salud, seguridad y educación. No sólo permite registrar casos nuevos, sino también relevar variables sociodemográficas, lo que ofrece al gobierno local una mirada territorial sobre la problemática y sus posibles respuestas.
La implementación incluyó instancias de sensibilización y capacitación dirigidas a sectores estratégicos del municipio y de la comunidad vinculados con las infancias. “Además, generamos protocolos de articulación entre los diferentes niveles de atención en salud y redes de sostén territorial en corresponsabilidad, para facilitar los abordajes y garantizar la seguridad de los niños y adolescentes con conducta suicida”, agregó Bigliani.

Capacitaciones en el marco del Plan Integral de Abordaje al Suicidio en Niñez y Adolescencia. Imagen: Municipalidad de San Miguel.
Cómo se articula la red territorial de contención y CAPS
A partir de la implementación del Plan Integral de Abordaje al Suicidio en Niñez y Adolescencia en 2023, más de 350 jóvenes fueron acompañados de manera personalizada, y en 2024 el municipio alcanzó cero suicidios juveniles.
Bigliani explicó que, cuando alguna de las áreas se anoticia de una conducta suicida, se contacta con la Dirección de Salud Mental, que a través de la Dirección de Articulación arma una red de acompañamiento interdisciplinaria e intersectorial para dar una respuesta rápida.
“Cada niño ingresado a la red tiene un grupo de seguimiento que, en corresponsabilidad, comparte y consensúa estrategias personalizadas por al menos un período mínimo de seis meses de ocurrida la conducta suicida”, detalló. “En esta red nos mantenemos en contacto permanente mediante un grupo de WhatsApp y reuniones mensuales o bimestrales entre los actores que participan: profesionales, CAPS de referencia y los Centros Infanto Juveniles, entre otros”, añadió.
Para los casos más complejos, el municipio cuenta con un equipo de internación para personas mayores de 16 años en el Hospital Central de Bella Vista, donde también funciona un consultorio de atención inmediata, sin necesidad de turno.
En diálogo con el medio Todo Provincial, el director de Salud Mental remarcó: “Nosotros garantizamos que ningún paciente que haya sido internado por conductas suicidas salga sin un programa de atención y seguimiento, con la externación programada”.

Centro de Salud Mental. Imagen: Municipalidad de San Miguel.
Cambios a partir de la estrategia municipal
Los cambios no tardaron en hacerse visibles en San Miguel. Las capacitaciones a personal docente, equipos de salud y actores comunitarios permitieron que más casos de riesgo se detectaran a tiempo, lo que abrió la puerta a intervenciones más rápidas y efectivas.
Con la implementación del plan, la ciudad pudo mejorar la accesibilidad del programa aumentando su staff profesional de asistenciales específicos y, además, ordenó los circuitos de abordaje entre los distintos niveles de atención.
“Antes del inicio del programa no existían circuitos claros para asistir a niños y adolescentes con conducta suicida; todo quedaba a criterio de cada profesional o área”, profundizó Bigliani. “Hoy las derivaciones, altas e internaciones de personas con conductas suicidas están articuladas y no presentan demoras, ya que cada caso cuenta con un espacio en Salud Mental dentro de la misma semana en que se detecta la situación”, agregó.
Un reconocimiento a la iniciativa
El trabajo de San Miguel también trascendió fronteras: la Dirección de Salud Mental del municipio fue galardonada con el Premio Dra. Norma Costoya, otorgado por la Alianza Iberoamericana de Psiquiatría Infanto-juvenil y Profesiones Afines (ALIAMPSI).
El reconocimiento destacó el carácter intersectorial de la estrategia y su capacidad para demostrar que, con datos confiables, redes de contención y cercanía, es posible descentralizar la atención y salvar vidas.
“Dar respuesta a esta problemática implica realizar acciones interdisciplinarias e intersectoriales que impacten sobre todos los niveles y que no se agoten en un tratamiento especializado de salud mental. Abordar el suicidio en la adolescencia implica trabajar en corresponsabilidad, en permanente articulación intersectorial, especialmente entre las áreas de salud, educación y organismos de protección de derechos”. — Mariano Bigliani, director de Salud Mental de San Miguel.
El premio no sólo valida el camino recorrido por San Miguel, sino que ofrece aprendizajes para otras ciudades. En relación a ello, Bigliani señaló: “La problemática del suicidio es multicausal: intervienen factores personales, familiares, escolares, comunitarios y hasta del macrosistema”.
En ese camino, el funcionario enfatiza que, para este tipo de problemáticas, “las estrategias preventivas son tan importantes como las asistenciales”.
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Imagen de portada: ilustración de RIL y +COMUNIDAD.
Redacción +COMUNIDAD