Fincas abandonadas
Montevideo, con algo más de 1,3 millones de habitantes, es la ciudad más poblada de Uruguay y también su capital. Allí vive cerca del 60% de la población total del país. Su vida urbana gira en torno a la Plaza Independencia, que se une con la Ciudad Vieja, en donde hay una marcada presencia de edificios de estilo art déco, casas coloniales y lugares emblemáticos como el Palacio Salvo y el Teatro Solís.
Con la premisa de recuperar inmuebles abandonados, deteriorados y/o deudores de las áreas centrales de la ciudad, la Intendencia de Montevideo implementa el Programa Fincas Abandonadas, que busca restituir la función social de estos edificios. Esta iniciativa se da en el marco de los planes de Espacios públicos, Urbanismo y Vivienda, y busca resolver problemas asociados al abandono, como riesgos edilicios, ambientales, sociales y de seguridad, al tiempo que fomenta la revitalización y el bienestar local.
La estrategia se apoya en la Cartera de Tierras, una herramienta creada en 1991 que facilita el acceso a viviendas dignas para trabajadores y sectores populares. Desde allí, las propiedades recuperadas se destinan a usos habitacionales, sociales y culturales, en coordinación con otros organismos estatales y organizaciones de la sociedad civil.
El Programa Fincas Abandonadas también apunta a evitar procesos de gentrificación, fortalecer el tejido urbano y prevenir la expansión descontrolada hacia la periferia. Para conocer cómo se implementa esta política, el equipo de la División Tierras y Hábitat de la Intendencia compartió con +COMUNIDAD detalles sobre los procesos, criterios y articulaciones que sostienen esta estrategia de revitalización y de reducción de riesgos asociados al abandono.
Los procesos y criterios de Fincas Abandonadas
El Programa Fincas Abandonadas comienza con la identificación precisa de propiedades en situación de abandono, deterioro o deudas, principalmente en las áreas centrales de Montevideo. Según explica el equipo de la División Tierras y Hábitat de la Intendencia, “se llevan adelante relevamientos en vínculo con el área de recursos financieros y datos de deudas de los inmuebles”.
Posteriormente, la Unidad de Gestión del Acceso al Suelo Urbano realiza un estudio detallado sobre la factibilidad de cada padrón identificado y recomienda su incorporación o no a la Cartera de Tierras.
Una vez que las propiedades son incorporadas a la Cartera, su destino final se define considerando múltiples factores. “El uso de los inmuebles recuperados se va definiendo a medida de las demandas y necesidades que se identifican por parte del equipo técnico, en coordinación con otros organismos del Estado y organizaciones de la sociedad civil”, precisa el equipo técnico. En este proceso también son fundamentales las características específicas de cada inmueble, sus condiciones físicas y la potencialidad del entorno en el que se ubica.
El trabajo colaborativo es una característica clave del programa. Según detallan desde la División, “la articulación se realiza caso por caso con las organizaciones, gobierno local y gobierno central de acuerdo a las competencias particulares, y a los usos propuestos y disponibilidad de los inmuebles”. Este modelo participativo procura que las respuestas ofrecidas sean efectivas y apropiadas a cada contexto.
El impacto de esta iniciativa en Montevideo
En términos de impacto tangible, la iniciativa ha logrado la recuperación de 15 fincas con distintos destinos sociales, comunitarios y habitacionales:
- Casa Comunitaria de promoción de la salud mental, ubicada en Av. Garzón 1895.
- Centro de referencia LGBTQ+, ubicado en Curuguaty 1027.
- Centro Miguelete II, con unidades habitacionales.
- Finca en la intersección de Florida y San José, destinada a la cooperativa de vivienda COVIENESCENA.
- Dos predios en la calle 25 de Mayo, entre Guaraní y Maciel, destinados a la cooperativa Guruyú, además de otro predio ubicado en Guaraní 1489 y 25 de Mayo.
- Padrón ubicado en Buenos Aires y Brecha, destinado a la cooperativa Villa Castellana (Padrón 4286).
- Dos fincas ubicadas en Maciel 1316 y Maciel 1312.
- Toma de posesión en Maciel 1334, entre Buenos Aires y Sarandí (Padrón 3588).
- Local Radio Vilardevoz. La obra fue finalizada recientemente, aunque la toma fue anterior.
Adicionalmente, se habilitaron centros de estadía transitoria como:
– Casa INCUBAR
La Casa INCUBAR es un espacio destinado específicamente a mujeres con menores a cargo que atraviesan situaciones de vulnerabilidad social, violencia doméstica o crisis habitacionales. Según explica el equipo técnico, esta iniciativa procura “garantizar el derecho a la vivienda en el corto y mediano plazo” ofreciendo soluciones transitorias con un modelo innovador. “Se trata de espacios de estadía transitoria que buscan trascender, desde el diseño, la idea de refugio como única respuesta a estas situaciones”. Aquí, las beneficiarias residen en viviendas independientes y comparten espacios y servicios que fortalecen la convivencia y la solidaridad colectiva, a la vez que ofrecen intimidad a sus habitantes. Además, “las propuestas cuentan con equipos técnicos que acompañan la transición hacia una solución habitacional definitiva”.
Está dirigido especialmente a personas migrantes que ingresaron recientemente a Montevideo. Prioriza a mujeres con personas a cargo y a grupos familiares con proyectos de vida sostenibles en el mediano plazo. El proyecto cuenta con enfoque de derechos con perspectiva de género, diversidad, generaciones, etnico-racial, discapacidad y movilidad humana.
– Proyecto Guadalupe
Según el equipo de la División Tierras y Hábitat, el proyecto tiene como objetivo principal “facilitar una alternativa habitacional transitoria a personas migrantes que hayan ingresado recientemente a Montevideo”. Además, busca “proporcionar contención y orientación a las personas que ingresen al dispositivo, habilitando el ejercicio de sus derechos”, junto con “brindar recursos, en caso de que sea necesario, para cubrir necesidades básicas”.
El acompañamiento integral del equipo se extiende a la “orientación educativa y laboral”, así como a la asistencia en trámites legales y médicos, apuntando siempre hacia “un mayor nivel de autonomía” para las familias participantes. Finalmente, otro objetivo clave es “coordinar con distintas instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil, para el acceso, al egreso del dispositivo, a otros recursos sociales en forma fluida y efectiva”.
– Centro Diurno Uruguay
Ubicado en Uruguay 1926 (Padrón 14445, en el Municipio B de Montevideo), el Centro Diurno Uruguay es un espacio diseñado especialmente para personas en situación de calle. La finca fue completamente reciclada y transformada para ofrecer un entorno digno, accesible y cómodo.
El equipo técnico describe que en este predio de 174 m², originalmente ocupado por “una construcción tipo vivienda estándar”, se llevaron adelante intervenciones significativas: “se reformaron las construcciones existentes y se construyó un entrepiso de 60 m²”. Actualmente, el centro ofrece espacios accesibles para estar, servicios higiénicos y tisanería, área de lavado de ropa y oficinas para atención de usuarios y del equipo técnico.
El Departamento de Desarrollo Social supervisa directamente la gestión del lugar, y tiene como propósito central ofrecer contención, higiene y apoyo personalizado a personas vulnerables. A su vez, las acompaña hacia una posible reinserción social y habitacional.
Un enfoque integral para enfrentar problemáticas sociales complejas
El Programa Fincas Abandonadas de la Intendencia de Montevideo ha sido reconocido por su enfoque innovador en la recuperación de inmuebles abandonados, deteriorados y deudores ubicados en áreas centrales e intermedias de la ciudad.
Según enfatizan desde la División Tierras y Hábitat, estos espacios se conciben con un diseño innovador que trasciende la idea tradicional de refugio como única respuesta. En definitiva, procuran garantizar el derecho a la vivienda en el corto y mediano plazo, especialmente para aquellas personas en situación de vulnerabilidad.
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Imagen de portada: ilustración de RIL y +COMUNIDAD.
Redacción +COMUNIDAD
