NUEVOS PARADIGMAS
El “derecho al tiempo”, un concepto que propone ciudades más equilibradas y saludables

Sosteniendo la idea de que cada persona tiene derecho a un tiempo adecuado para trabajar, descansar, cuidar su salud, instruirse, recrearse, participar de actividades comunitarias y llevar adelante cuidados, especialistas analizaron el rol de los gobiernos locales frente a los desafíos del siglo XXI. Destacaron la trayectoria de Barcelona, que en 2022 fue la primera Capital Mundial de Políticas del Tiempo.

El tiempo en las ciudades.

¿Cuántas personas sienten a diario que el tiempo no les alcanza? El frenesí de la rutina en las ciudades y la multiplicación de actividades parecen haber quitado horas al reloj. Se trata de una problemática acentuada en el siglo XXI y reconocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que incluso acuñó el término de “pobreza del tiempo”. 

En este contexto, existen gobiernos locales y organizaciones que proponen repensar las ciudades, teniendo especialmente en cuenta el impacto del tiempo en la calidad de vida de las personas. En abril de 2022, el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU) organizó un encuentro virtual para dialogar sobre el concepto del “derecho al tiempo” y las políticas públicas que derivan de él. 

Habiendo dado sus primeros pasos en 2003, Barcelona es una ciudad pionera en la materia. Sonia Ruiz, directora de Servicios de Género y Políticas del Tiempo en el Ayuntamiento local, ofreció un panorama sobre la trayectoria de la capital catalana. En tanto, Ariadna Güel Sans y Marta Junqué Surià, coordinadoras de la organización Barcelona Time Use Initiative (BTUI) e integrantes de la Red Mundial de Gobiernos Locales y Regionales para las Políticas del Tiempo, analizaron los alcances del tema y expusieron soluciones para caminar hacia ciudades más saludables, igualitarias, eficientes y sostenibles. 

“La situación crítica que vivimos con la pandemia y ahora con la pospandemia hizo que en Latinoamérica y Europa se amplíe esta discusión. Está relacionada con la igualdad, la salud individual y colectiva, la productividad y sobre todo con la sostenibilidad de las ciudades. Emerge como una dimensión que se debe considerar en la gestión de la vida urbana”, introdujo Rosa Arlene María, directora ejecutiva de CIDEU. 

Disertantes del webinario de CIDEU. 

¿Por qué “es urgente” hablar del tiempo?

Desde la mirada de las coordinadoras del BTUI, que es la principal asociación dedicada a promover políticas del tiempo a nivel mundial, poner en debate este asunto en las ciudades es “urgente” por cuatro motivos principales: 

  • “Porque vivimos con la sensación constante de que no tenemos tiempo para todo, y esta sensación es aún mayor para las mujeres y las personas con personas a cargo. Esto es lo que Naciones Unidas definió como ‘pobreza del tiempo’”. 
  • “Porque estamos padeciendo una falta mundial de sueño, que impacta en la salud física y emocional”. 
  • Porque quienes viven en ciudades, y que viven lejos y tienen que desplazarse para acceder a servicios básicos, se pasan un 20% de su día en el automóvil o el transporte, quitándole horas a su vida”. 
  • “Porque un nuevo equilibrio de los usos del tiempo es fundamental para mejorar el bienestar y es imprescindible para fortalecer la democracia. Un requerimiento para que esta funcione es que las personas participen en ella, y si no hay tiempo, no pueden hacerlo”. 

Frente a estos argumentos –analizó Ariadna– el derecho al tiempo implica un cambio de paradigma social. ¿Qué quiere decir esto? Que es necesario actualizar el clásico “triángulo de las 8 horas”, creado en el siglo XIX para distribuir el día en tercios entre el trabajo, el descanso y el ocio, y pasar a un “diamante del equilibrio social” que sume un vértice con los cuidados. 

“La capacidad que tenemos de organizar nuestro propio tiempo depende de decisiones políticas y sociales, y por lo tanto puede conceptualizarse como un derecho de toda la ciudadanía”, razonó la especialista. Y, entre sus elementos clave, se encuentran la autonomía del uso del tiempo, la no discriminación, el valor de los cuidados y de los compromisos cívicos. 

El derecho al tiempo y los paradigmas sociales.
Cambio en la lógica del tiempo, del siglo XIX al siglo XXI. 

Las políticas del tiempo en el ámbito local

Tras enumerar los beneficios de usar el tiempo de forma más equilibrada (más salud y bienestar, más eficiencia, más igualdad, más educación y más sostenibilidad), Güel Sans detalló con ejemplos los tipos de políticas que pueden aplicar en los ámbitos locales.

Son sobre cuidados y responsabilidad, empresas y entidades, urbanismo y movilidad, y educación. Entre ellas, destacó las Manzanas de los Cuidados en Bogotá (Colombia), la Red de Empresas para Nuevos Usos del Tiempo en Cataluña (NUST), la aproximación de los servicios básicos en las “Ciudades de los 15 minutos”, como París (Francia) o Buenos Aires (Argentina), y la modificación de horarios de los centros escolares en diferentes ciudades. 

“Las políticas del tiempo son más que ‘horarios’ u ‘horas laborales’, es tener en cuenta el impacto del tiempo de las personas al diseñar políticas y son un elemento clave del siglo XXI”, sostienen en Barcelona Time Use Initiative. 

¿Y qué pueden hacer las instituciones si quieren impulsar estas prácticas? Marta Junqué, cocoordinadora de la asociación, enumeró cinco prácticas:

  1. Identificar las políticas vigentes con visión de tiempo.
  2. Diseñar nuevas políticas de tiempo. Por ejemplo, crear servicios para dar tiempo a personas cuidadoras, repensar la hora punta, los horarios escolares, comerciales y recreativos, repensar los planes de movilidad, entre otros. 
  3. Crear de manera participativa “pactos del tiempo” sectoriales.
  4. Nombrar a una persona responsable o crear oficinas de políticas del tiempo.
  5. Mantener charlas, capacitaciones y seminarios para equipos y la ciudadanía en general. 

La experiencia de Barcelona

Durante 2022, Barcelona fue la primera Capital Mundial de Políticas del Tiempo gracias a su trayectoria en la materia. Ya en 2003, la ciudad creó la primera Concejalía de Usos del Tiempo. Tres años más tarde, constituyó la primera Red de Empresas para Nuevos Usos del Tiempo (XNUST). En 2014, se aprobó el “Pacto del Tiempo”, un acuerdo con los principales agentes sociales y económicos para promover la realización de diversas actuaciones para que las personas vivan y se organicen los tiempos de la vida cotidiana de acuerdo con sus necesidades, y en un marco colectivo de convivencia. 

“Buscamos impulsar un nuevo modelo socioeconómico fundamentado en la equidad de género interseccional, la salud, la eficiencia y la sostenibilidad”, resumió Sonia Ruiz, directora de Servicios de Género y Políticas del Tiempo en Barcelona. 

Entre las iniciativas públicas impulsadas por el Ayuntamiento, la funcionaria destacó  “Concilia”, el servicio de canguraje municipal; “Vila Veïna”, las supermanzanas de cuidado, “Temps per a Tu”, las actividades de ocio para personas con discapacidad que promueven la disposición de horarios para sus cuidadoras; la política de “Patios Abiertos”; o las “Súper Islas”, entre otras políticas. 

¿Y cómo replicar estas iniciativas en otras municipalidades? ¿Cuándo se empiezan a notar los resultados? Ante estas consultas, efectuada por funcionarios locales de ciudades de Chile y México, las expertas insistieron en la importancia de discutir la urgencia que causa el fenómeno y cómo impactan en el bienestar de la población. 

“A fines del siglo XIX, parecía un sueño que hubiera educación básica, universal y gratuita. Con el paso de los años, se fue consiguiendo en distintos países. Hoy con las políticas del tiempo estamos en el mismo momento”, comparó Marta Junqué. 

Las supermanzanas y las superislas de Barcelona están atravesadas por políticas del tiempo. Imagen: El Periodico. 

¿Tenés una historia para contar sobre tu pueblo o ciudad? En +Comunidad nos gustaría conocerla y publicarla. Contactanos.

Foto principal ilustrativa: Reloj climático en Nueva York. PH: Jeenah Moon / The New York Times.
Redacción +Comunidad.