TRÁNSITO Y CARBONO
Semáforos inteligentes para optimizar la circulación y reducir las emisiones

Cada vez más ciudades introducen sistemas que regulan, en tiempo real, la marcha en las intersecciones de acuerdo al estado del tránsito.

La capital argentina se sumó a la lista de ciudades que utilizan semáforos inteligentes, adaptados al flujo de vehículos y peatones, en pos de reducir los tiempos de espera y mejorar la circulación urbana. Según estudios recientes, el uso de esta tecnología también permite disminuir las emisiones contaminantes que expulsan los motores.

En la Avenida Libertador de Buenos Aires, entre autopista General Paz y calle La Pampa, entrará en funcionamiento una serie de sensores capaces de medir el estado del tránsito en tiempo real. Mediante un sistema de inteligencia artificial, estarán conectados con los semáforos para tomar decisiones automáticas y adecuar las frecuencias de marcha.

La nueva tecnología, que se vale de cientos de magnetómetros instalados sobre el asfalto, estará presente a lo largo de cuatro kilómetros. Ya fue probada en 2021 y, de acuerdo al análisis del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, su uso redujo los tiempos de espera en hasta un 21%. Además, se proyectó una disminución en las emisiones de dióxido de carbono superior a las 200 toneladas por año.

Sensores bajo el asfalto. Fuente: La Nación.

Ya presente en Argentina

En 2016, un grupo de ingenieros de la ciudad argentina de San Juan instaló con éxito semáforos que también se valen de sensores bajo el pavimento.

“Se le llama inteligencia artificial porque el sistema cumple las mismas funciones que tenía el antiguo vigilante en una garita en la ciudad, cuando en función de cómo estaba el tránsito ordenaba y daba prioridad a una u otra arteria. En este caso hace lo mismo: el sistema, de acuerdo a la situación que enfrenta, decide en tiempo real y en forma autónoma”, describió por aquel entonces el ingeniero Daniel Patiño, uno de los impulsores del proyecto.

Otra ciudad argentina que estrenó los semáforos inteligentes antes que Buenos Aires fue Pilar. En 2019, el gobierno local instaló los primeros ejemplares que funcionan a partir de un sistema interconectado de cámaras para detectar la fluidez vehicular.

Con diversos mecanismos, los “smart traffic light” son utilizados desde la década pasada en otras partes del mundo. En Pittsburgh, Estados Unidos, unas pruebas realizadas hace seis años arrojaron resultados alentadores sobre la fluidez del tránsito y promovieron el avance de la tecnología.

En ciudades de todos los tamaños

El avance no distingue entre ciudades más o menos pobladas. Con 180.000 habitantes, el año pasado Jaraguá do Sul (Brasil) se convirtió en el primer municipio del estado de Santa Catarina en introducir los semáforos inteligentes.

La Ciudad de México, por su parte, utiliza una variante desde 2019 para una población de casi 9 millones de personas. En este caso, el mecanismo depende del monitoreo remoto de los agentes de tránsito mediante las cámaras de seguridad.

Recientemente, las ciudades israelíes de Tel Aviv y Jerusalén (435.000 y 875.000 habitantes, respectivamente) anunciaron que incorporarán un sistema integrado de tránsito inteligente que incluye el uso de semáforos del tipo.

También desde este año, en la ciudad alemana de Lemgo (42.000 habitantes) será posible adaptar el tráfico gracias a una prueba piloto con inteligencia artificial. Según estimaciones de la Unión Europea, la solución es necesaria ya que los embotellamientos causan pérdidas de hasta 100.000 millones de euros al año.

Instalación de semáforos inteligentes en Jaraguá do Sul. Fuente: Radio 105 FM.

Los beneficios ambientales

Gracias a la reducción del ciclo de aceleradas y frenadas, el uso de semáforos inteligentes logra reducir las emisiones de carbono de los motores. Así, mediante la medición de la polución en el aire, en Reino Unido los dispositivos buscan no solo agilizar la circulación, sino también reducir la contaminación en puntos críticos.

“Se trata de mejorar el flujo de tránsito y repartir la carga para mejorar la calidad del aire”, resumió en 2020 John Charles, miembro de la Dirección de Tránsito de la ciudad de Wolverhampton.

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Fuente de imagen principal: Onroad.