CALENTAMIENTO GLOBAL
Cómo reducir la huella de carbono urbana

Los organismos internacionales sostienen que las ciudades tienen especial responsabilidad a la hora de disminuir las emisiones contaminantes, en especial las industrializadas. Las estrategias públicas y privadas en marcha son variadas y abarcan a diversos sectores.

En Copenhague, la capital de Dinamarca, el pequeño barrio de Nordhavn se ha convertido en un “laboratorio urbano” para las ciudades sostenibles del futuro. Se trata de un distrito portuario habitado por 4.000 personas que busca reducir a cero sus emisiones de carbono y consumir energía puramente renovable. La intención de las autoridades locales es expandir el proyecto piloto y, con el paso del tiempo, llegar a cada vez más áreas. 

La experiencia danesa va en línea con las advertencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): para conservar un clima habitable en el mundo, es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para 2030, y a cero para 2050. Y es en las ciudades donde gran parte de las acciones deben llevarse adelante para disminuir las huellas de carbono. 

“Los países deben tomar medidas de inmediato para abordar el cambio climático, con enfoques colaborativos que conecten a ciudadanos y responsables políticos para crear soluciones sostenibles”, advierte el principal organismo internacional. 

Un compromiso internacional

Centros urbanos de todos los tamaños deben tomar acciones –sostienen especialistas–, pero principalmente aquellos más poblados e industrializados. De hecho, 25 megaciudades son responsables del 52% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Entre 2012 y 2015, Ciudad del Cabo (4,6 millones de habitantes, Sudáfrica) apuntó hacia el sector energético y logró reducir dichos gases en un 4,1%. “Como miembro de C40 Cities, nos comprometemos a cumplir los objetivos establecidos en París 2015 y a medir nuestra huella de carbono”, declaró en 2018 la ex alcaldesa Patricia de Lille. El objetivo es escalar la cifra a 37% para 2040.

El Acuerdo de París establece que las naciones deberían “alcanzar su nivel máximo de emisiones globales de gases de efecto invernadero cuanto antes”, para luego reducirlas rápidamente. En concreto, procura mantener el calentamiento global por debajo de 2°C respecto a la era industrial, limitándolo en lo posible a 1,5°C. 

Nordhavn, el “laboratorio” energético del futuro urbano en Dinamarca. Fuente: Danfoss.

Huellas de carbono urbana

En 2021, un estudio realizado por el Basque Centre for Climate Change alertó que las ciudades no se están preparando de forma adecuada para afrontar los impactos del cambio climático. “Los planes de adaptación todavía son poco efectivos”, sostuvo la investigadora Marta Olazábal tras analizar 59 centros urbanos costeros.

Medir las huellas de carbono se volvió una tarea casi obligada para organizaciones, individuos y, especialmente, para los gobiernos. En pos del desarrollo sostenible, las ciudades están llamadas a cuantificar y reducir sus emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero. En especial porque es en ellas donde existe un mayor riesgo a padecer los efectos del calor extremo.

Una iniciativa de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina consiguió que 11 ciudades de América Latina calcularan sus huellas de carbono. El análisis por sector en 2021 evidenció que el transporte representaba casi la mitad de las emisiones y estimó un potencial de reducción de más de 100 millones de toneladas de dióxido de carbono para 2032. 

Existen numerosas alternativas online para medir gratis la huella de carbono que produce cada persona. Si bien las acciones de impacto se concentran en los niveles nacionales y urbanos, la campaña “Actúa Ahora” de la ONU pone el acento en las contribuciones individuales para limitar el calentamiento global. 

Campaña de Naciones Unidas para reducir la huella de carbono individual. 

Transporte sin emisiones

En Nordhavn, el barrio 100% sostenible de Copenhague, una de las principales intervenciones está relacionada con su movilidad interna. Mediante una reconfiguración de las vías de tránsito, cualquier peatón puede hallar una parada de transporte público cada 5 minutos. Además, se trata de unidades ecológicas. 

En Londres, la capital británica, también avanza una política centrada en la movilidad sustentable. El organismo Transport for London está a cargo del proyecto Spinview, que busca mejorar los servicios y descarbonizar los tranvías hasta 2030 mediante la tecnología de “gemelos digitales”.

El plan inglés cuenta con el apoyo del sector privado, un aliado esencial a la hora de crear soluciones destinadas a cuidar el medio ambiente. Este es el caso de tres compañías colombianas que, en 2020, se unieron para crear “Muverang”. Se trata de una empresa dedicada a la movilidad ágil y amigable con el ambiente cuyo propósito es promover opciones de transporte eléctrico que reduzcan la huella de carbono. La estrategia –afirman– va en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. 

Londres busca descarbonizar sus tranvías. Fuente de imagen: CC BY-SA 2.0.

Ciudades “carbono neutro”

Suecia se propuso lograr la neutralidad de carbono para 2045 y ser una de los primeros países libres de fósiles del mundo. Sin embargo, el objetivo entra en conflicto con algunas de sus principales actividades económicas: la construcción y la producción de acero, responsable del 10% de las emisiones nacionales. 

Ante esto, en la ciudad norteña de Luleå avanza una solución para crear acero sin utilizar carbón, valiéndose de electricidad libre de fósiles. Como el proceso es más caro que el tradicional, se espera que la producción de la “alternativa verde” se masifique a partir de 2026.

En el otro extremo del país escandivano, en el sur, Malmö se convirtió en la primera ciudad sueca con una hoja de ruta hacia la construcción sostenible y climáticamente neutra. Para los próximos 15 años,el gobierno local impulsa la creación de casi 30.000 viviendas nuevas y la ampliación de su infraestructura municipal basándose en la economía circular.

En Argentina, la ciudad de Godoy Cruz también es pionera en materia ambiental para reducir las emisiones de carbono hasta 2030. En esta nota de +Comunidad podés leer más acerca de sus estrategias, que incluyen el uso generalizado de energía solar. 

Auckland, la capital neozelandesa, también procura alcanzar las emisiones netas de gases de efecto invernadero, pero para 2050. Como la ciudad mantiene un rápido crecimiento, su desafío es hacerlo mientras satisface sus necesidades de infraestructura. Por ello, propuso una nueva herramienta universal para medir la huella de carbono de sus nuevos proyectos de obras. 

Auckland, Nueva Zelanda. Imagen: © Sorang | Shutterstock

¿En tu ciudad se mide la huella de carbono de las distintas actividades? ¿Hay estrategias para reducir las emisiones? Podés compartir el caso en +Comunidad.

Imagen principal: La ciudad de Linfen, en China, una de las más contaminantes del planeta. (CNN).
Redacción +Comunidad.