COMUNIDADES RURALES
“Escuela autosostenible”: el modelo paraguayo que impulsa el emprendedurismo entre la juventud

La estrategia se basa en la metodología de “aprender haciendo, vendiendo y ganando”. El propósito es que los jóvenes puedan romper el círculo de la pobreza, adquieran condiciones de empleabilidad, cursen estudios superiores o inicien su propio negocio.

Escuela Autosostenible.

escuela

Un modelo de educación “único en el mundo”, en donde los jóvenes se transforman en emprendedores rurales, sin recurrir a subsidios estatales ni becas. Así es como la Fundación Paraguaya define las “escuelas autosostenibles”, una iniciativa que aplica desde hace más de 20 años en distintas localidades del país guaraní. Por medio de un sistema destacado internacionalmente por su innovación, vinculan a las comunidades menos favorecidas con una instrucción de calidad y oportunidades económicas. 

“El concepto de educación autosostenible significa convertir a las escuelas secundarias en motores de aprendizaje y generación de ingresos, transformando a jóvenes vulnerables en emprendedores”, definen en la Fundación. 

Basándose en la metodología “Aprender haciendo, vendiendo y ganando”, profesores y estudiantes adquieren habilidades –técnicas y blandas– y generan recursos para sostener las escuelas. La educación emprendedora apunta al desarrollo de conocimientos que fomenten el espíritu económico y capacidades de liderazgo. 

“Nosotros dependemos netamente de nosotros mismos mediante nuestras unidades didácticas productivas. Ofrecemos un espacio para que nuestros estudiantes hagan una práctica de acuerdo al ejercicio de un plan de negocios real, en donde la rentabilidad es muy importante. Y los chicos lo viven día a día”, explicó Amalio Enciso, vicedirector de la Escuela Agrícola Cerrito, pionera en aplicar la estrategia de Fundación Paraguaya. 

Estudiantes y monitores con liderazgo

Otro de los pilares del modelo de escuela autosostenible es que los estudiantes participan en la administración escolar, permitiéndoles desarrollar habilidades de gestión y liderazgo. Se involucran en la toma de decisiones y en planes de acción para mejorar la institución, y garantizar su viabilidad futura.  

“Es una escuela de todos. Aquí nos divertimos, aprendemos y enseñamos. Son tres cosas que hacemos a la vez. Tenemos una semana de clases, y otra semana en el campo. Y todo aprendemos haciendo”, comentó Raquel Barrientos, ex alumna de la Escuela Agrícola Cerrito, ubicada en el departamento paraguayo de Presidente Hayes. 

La estructura de trabajo varía a lo largo del ciclo de cursado. Al finalizar el segundo año, los estudiantes eligen un área donde especializarse (por ejemplo, en temáticas ganaderas o agronómicas). Ya a partir del tercer año, se convierten en monitores de los alumnos más pequeños. 

Según la Fundación Paraguaya, cerca de 100 emprendedores rurales se graduaron en sus escuelas agrícolas y han completado su educación secundaria. El 60% de las personas egresadas son mujeres, y muchas crearon sus propios emprendimientos y contribuyen al desarrollo económico y social de sus comunidades.

Escuela autosostenible.
Escuela Agrícola de Belén. 

La autosostenibilidad en el territorio 

En la escuela de Cerrito, estudiantes y profesores producen queso ibérico, yogurt, dulce de leche, huerta, chacra, cerdos, vacas lecheras, cabras, huevos de codornices, pollos parrilleros, conejos y tilapia. Además, cuentan con un “hotel escuela” reconocido en el Chaco paraguayo. 

Otra de las instituciones es la Escuela Agrícola de Belén, ubicada en el departamento Concepción. A diferencia de otras, no es un bachillerato sino que imparte un currículo de Emprendedor Rural con énfasis en apicultura, fruticultura, producción de leche, agricultura, suinotecnia, horticultura y hotelería y turismo ya que cuenta el Hotel Belén. Para acceder a esta escuela no es necesario haber concluido los estudios básicos; el único requisito es saber leer y escribir.

En la Reserva Nacional del Bosque Mbaracayú, se encuentra otra de las escuelas autosostenibles. Creada en 2009 e impulsada en alianza con la Fundación Moisés Bertoni, está dirigida a mujeres y basada en principios de autosuficiencia, emprendedurismo y liderazgo para el desarrollo sostenible. Allí, las adolescentes reciben el título de Bachiller Técnico en Ciencias Ambientales y también hay un hotel con atención de primer nivel. 

“Bajo la metodología de aprender haciendo, vendiendo y ganando, jóvenes provenientes de distintas partes de la república se forman en el sector agropecuario, ambiental, hotelería y turismo, con la implementación de unidades de negocios didáctico productivas”, remarca Luis Fernando Cateura, gerente del programa Escuelas Autosostenibles en la Fundación Paraguaya. 

Su modelo ya es aplicado en comunidades rurales de otros países latinoamericanos y africanos. También fue reconocido internacionalmente por la organización HundrED y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 

Escuela y hotel.
Escuela y hotel de Cerrito. 

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Imagen principal y cuerpo de nota: Fundación Paraguaya.
Redacción +Comunidad.