NUEVAS OPORTUNIDADES
La gestión inteligente del agua, un reto para las ciudades del siglo XXI

Ante el crecimiento acelerado de la población urbana, gobiernos locales de todo el mundo reciben mayores demandas para garantizar un servicio hídrico seguro y eficiente. Algunas vienen de la mano de las nuevas tecnologías digitales, que tienen impacto en el saneamiento, la distribución y el almacenamiento del agua.

Planta de agua.

Kigali, la capital de Ruanda, es una ciudad que históricamente sufrió inundaciones devastadoras y un servicio hídrico insalubre. En especial, los residentes de asentamientos informales se enfrentan a malas condiciones de saneamiento e higiene, además de costos elevados para acceder al agua potable. Ante esta situación, el gobierno local aplica desde 2018 una solución integral que introduce tecnologías inteligentes para capturar aguas pluviales, mitigar los desastres y manejar los residuos con mayor eficiencia. 

El sistema reduce la dependencia de los residentes del agua comercial y evita que los desechos sólidos contaminen el suministro, reduciendo así el gasto del municipio en reparaciones de infraestructura. La iniciativa, premiada en 2021 por el certamen Global Mayors Challenge, busca involucrar activamente a la población en la mejora de los barrios vulnerables y proveer millones de litros de agua potable con una nueva estación de tratamiento. 

“Nuestro proyecto ayuda a aprovechar la tecnología ecológica para recolectar agua de lluvia como una fuente alternativa para satisfacer las necesidades diarias de agua, y también brindar instalaciones inteligentes de gestión de desechos”, valoró el alcalde de Kigali, Pudence Rubingisa. Asimismo, la política pública es reconocida como un modelo de asociación público-privada para una ciudad en África Subsahariana. 

Planta de agua en Ruanda.
La nueva planta en Kigali produce 40 millones de litros de agua limpia por día. 

Soluciones inteligentes para la gestión hídrica 

Ciudades en todo el mundo se enfrentan a la creciente demanda del agua debido al crecimiento demográfico, el desarrollo industrial y las prácticas agrícolas intensivas. Al mismo tiempo, las sequías y la contaminación son cada vez más frecuentes en medio de la crisis climática. Todo conduce a la necesidad de llevar una administración más eficiente y sostenible del agua en los contextos urbanos. 

La solución implementada en la capital de Ruanda se acerca a lo que se conoce como “gestión inteligente del agua”. Consiste en utilizar nuevas tecnologías digitales, como telemetrías, sensores, internet de las cosas (IoT) y Big Data para optimizar su uso y conservación. También permite un mejor monitoreo de los recursos hídricos, incluyendo la identificación de fugas y la detección temprana de problemas en la red de distribución. 

“Nos encontramos en una era digital revolucionaria. Las nuevas tecnologías están llevando a cabo un proceso de cambio más rápido que nunca. Surgen continuamente nuevos avances y oportunidades que pueden desempeñar un papel crucial en la gestión del agua. La verdadera transformación digital consiste en proporcionar mejor información de manera que se puedan tomar las mejores decisiones posibles”, explican los investigadores Emilio Camacho Poyato y Rafael González Perea. 

Según su análisis, la digitalización en el sector hídrico supone múltiples beneficios. Por ejemplo, para la agricultura puede significar una mejora en la productividad, una mayor resiliencia frente a las sequías y un aumento de la sostenibilidad. De la misma manera, puede impactar positivamente como sistemas predictivos en las redes de distribución y abastecimiento de las comunidades. 

Gestión inteligente del agua.
La gestión inteligente del agua gana protagonismo en las “smart cities”. 

Una mejor planificación del agua basada en la evidencia

Desde 1993, la Organización de las Naciones Unidas recuerda el Día Mundial del Agua para concientizar acerca de la crisis hídrica mundial y la necesidad de implementar medidas que puedan “garantizar la disponibilidad del agua y saneamiento en todo el mundo” antes de 2030, tal como lo establece el Objetivo del Desarrollo Sostenible (ODS) n°6. 

El uso intensivo de datos y la inteligencia artificial se presentan, en ese contexto, como una oportunidad de mejora para las ciudades. Por caso, Belgrado (Serbia) presentó mejoras en su sistema hídrico tras introducir estrategias de digitalización a partir de 2014. 

“Hace 20 años, calculamos que el sistema de agua en la ciudad contaba con unos 2.500 kilómetros de tuberías. Tras recopilar y analizar datos, ahora sabemos que son más de 4.000. En consecuencia, podemos planificar mucho mejor las capacidades de reparación y mantenimiento”, destacó Maja Medenica, responsable del área en la capital serbia. 

Según la Fundación Aquae, las “smart city” del siglo XXI puede aplicar las siguientes medidas para manejar el agua de forma más eficiente: 

  • Instalar sensores y automatizar las infraestructuras que componen el ciclo del agua urbano. 
  • Centralizar y monitorear la información hídrica municipal en una única plataforma de gestión.
  • Implementar sistemas de lectura remota utilizando medidores de agua inteligentes.
  • Adaptar las necesidades de agua de las zonas verdes mediante sistemas de riego inteligentes.
Red inteligente de agua en Belgrado.
Presentación del uso de datos en la gestión hídrica de Belgrado, la capital de Serbia.

¿Tenés una historia para contar sobre tu pueblo o ciudad? En +Comunidad nos gustaría conocerla y publicarla. Contactanos.

Imagen principal ilustrativa: uso de Big Data en gestión del agua. Fuente: interempresas.net. 
Redacción +Comunidad.