BIODIVERSIDAD Y CIUDADES
Pasando del gris al verde

Vivimos en un mundo que se vuelve cada vez más urbano, perdiendo diversidad biológica a un ritmo vertiginoso. En América Latina más del 80 % de las personas vive en zonas urbanas y en Argentina la cifra asciende a 90%. Estos datos nos indican que las ciudades tienen el desafío y la gran oportunidad de marcar una diferencia a favor de la sostenibilidad y resiliencia. Integrar el cuidado de la biodiversidad y la infraestructura verde en la planificación y desarrollo urbano es clave.

Biodiversidad. Ciudad verde.


Por Jimena Álvarez, coordinadora de
Ciudades de la Biodiversidad en RIL


Cuando hablamos de biodiversidad, nos referimos a la diversidad dentro de las especies, entre especies y también a la diversidad de los ecosistemas. Esta diversidad biológica es la que está disminuyendo a un ritmo más rápido que nunca antes en la historia humana, tal como señalaron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) a fines de 2022. No se trata sólo de extinción, sino que la diversidad genética y la abundancia de las especies individuales se está agotando de forma acelerada. 

Como respuesta, se firmó un acuerdo histórico para orientar las acciones mundiales en favor de la naturaleza de aquí a 2030 y con una visión a 2050.

Para avanzar hacia la solución es preciso dejar atrás dicotomías como “ciudad o naturaleza”, así como “preservación o desarrollo”. Claramente necesitamos transformar la relación de nuestras sociedades con la diversidad biológica y el modo en que concebimos y gestionamos las ciudades para vivir en armonía con la naturaleza.  

Algunas experiencias en el mundo nos enseñan que se puede pensar en ciudades naturalizadas, que crecen generando sinergia con su entorno y no a costa de él. Gobiernos locales que diseñan políticas públicas poniendo en el centro a la ciudadanía y también a la naturaleza. Comunidades que entienden que cuidar, desarrollar y revitalizar el capital natural de los territorios que habitan impacta directamente en su salud y calidad de vida y, al mismo tiempo, vuelve esas ciudades más sostenibles y resilientes frente al cambio climático. Incluso las posiciona en un lugar sumamente ventajoso para su desarrollo económico y social.

Biodiversidad en ciudades. Verde.
Ilustración: ICLEI Cities Biodiversity Center. 

Ser parte de la solución

La agenda de la biodiversidad en las ciudades es actual y clave no sólo para las grandes urbes, sino para todas, cualquiera sea su tamaño y ubicación geográfica. Cada gobierno local tiene la posibilidad de ser parte de la solución y el primer paso es conocer las particularidades y los desafíos que tiene su propio territorio en materia de diversidad biológica. 

¿Cuenta la ciudad con una estrategia de desarrollo ecológico territorial que guíe su crecimiento? ¿Cuál es la calidad de su infraestructura verde? ¿Qué características tiene el arbolado urbano? ¿Tiene reservas naturales? ¿Se promueven otras formas de infraestructura verde como techos vivos o jardines privados de alta diversidad? ¿Conocen cuánto debe trasladarse en promedio una persona para acceder a una zona verde? ¿Hay conectividad ecológica entre las zonas verdes?

¿Cómo se posiciona la ciudad en relación a la regla 3-30-300? Es decir, si cada persona puede ver al menos 3 árboles desde su casa, disfrutar del 30% de cobertura vegetal en su barrio y estar a 300 metros de un parque. 

¿Cuánto conocimiento tienen sobre la ecorregión de la cual es parte la ciudad? ¿Se impulsa la bioeconomía? ¿Se favorecen las decisiones de consumo sostenible por parte de la ciudadanía? ¿Cómo se protegen las fuentes de agua? ¿De qué modo se gestionan las zonas periurbanas?

Conocer estas respuestas, hacerse nuevas preguntas y robustecer la aproximación a los desafíos propios de la ciudad permitirá la identificación de sus oportunidades de mejora. A partir de allí, diseñar, implementar y monitorear un plan de acción para que la ciudad pase del gris al verde, será sin dudas el resultado de un esfuerzo colectivo, producto de la articulación entre todos los actores de cada territorio.

Infraestructura verde, Singapur.
Singapur es una de las ciudades que más se ha integrado con la biodiversidad. Foto: WEF Forum. 
Desde un enfoque sistémico, que promueve la sinergia entre la sostenibilidad urbana y la gestión de los servicios ecosistémicos, la Red de Innovación Local (RIL) apoya los gobiernos locales en el diseño de soluciones basadas en la naturaleza y el cuidado ambiental para convertirse en Ciudades de la Biodiversidad.

Foto principal: Guarani Center / AdobeStock.