GÉNERO Y DIVERSIDAD
Resaltan la importancia de la educación sexual integral en los ámbitos locales

En diálogo con docentes y referentes de decenas de ciudades argentinas, integrantes de la Fundación Huésped compartieron saberes y experiencias sobre el rol de la ESI a la hora de prevenir la violencia de género. Además, ofrecieron lineamientos para los gobiernos municipales, escuelas, clubes y otras instituciones cercanas a la comunidad.

La educación sexual integral (ESI) es un tema que debe ser abordado en los ámbitos locales con mayor atención y de una manera intersectorial. En ese sentido, prevenir la violencia de género y promover relaciones saludables y equitativas son objetivos que comprometen a todos los actores sociales de una ciudad. Estas fueron algunas de las conclusiones que la Fundación Huésped ofreció durante un encuentro organizado con la Red de Innovación Local (RIL), y que estuvo dirigido a docentes y funcionarios/as de ciudades de todas las regiones de Argentina. 

Tres especialistas de la organización –que trabaja en áreas de salud pública con una perspectiva de derechos humanos– analizaron el abordaje de la educación sexual integral desde aquellos espacios gubernamentales y no gubernamentales más próximos a la ciudadanía. 

“Pensar la sexualidad desde una manera integral hace que se interpele a un montón de sectores que no siempre están tan interrelacionados como nos gustaría. Trabajar con estados locales nos permitió acercarnos a ese objetivo y llegar a distintas áreas con un intercambio más rico. Por ejemplo, Cultura, Deportes, Desarrollo Social, Niñez y Salud son áreas interpeladas de distinta manera, y todas tienen la necesidad de capacitarse en ESI. Es necesaria la articulación intersectorial”, observó Lara Weitz, médica especializada en Educación y Promoción de la Salud. 

“Es importante que los estados locales tomen la decisión política de abrir el juego y el diálogo, generando espacios de encuentro entre las diferentes áreas que tengan contacto con vecinos y vecinas. Mantener apertura y que las personas puedan plantear sus inquietudes es el camino”, añadió Didier Oliva, coordinador de proyectos en la Fundación.

Educación Sexual Integral.
Viñeta de la Fundación Huésped que destaca la importancia de hablar de sexualidad con niñas, niños y adolescentes.

De los municipios a los clubes

¿Los gobiernos municipales deberían contar con áreas específicas para abordar la educación sexual integral? ¿O más bien debe ser una política transversal que involucre a todas las áreas de un estado local? Para Constanza Lupi, coordinadora en la organización, sería ideal que ocurran ambas cosas en simultáneo. Es decir, que haya reparticiones públicas —con presupuesto asignado– dedicadas a recibir a la ciudadanía, pero también políticas transversales a los municipios. 

“Podríamos llevar la pregunta al famoso debate que suele tener la ESI. ¿Debe estar en todas partes o debe haber una materia curricular que garantice que hay un momento específico en donde se la trabaje? Yo creo que ambas respuestas son correctas, y sería muy bueno si tuviésemos los recursos necesarios para que así ocurra en los gobiernos locales”, planteó la especialista ante las preguntas de +Comunidad. 

Además, Lupi observó que, si no hay un trabajo articulado, el área específica sólo se enteraría de las situaciones relacionadas al género cuando haya denuncias. “Entendemos que es necesario trabajar desde la prevención, que involucra a muchas áreas. Aprendimos que trabajar con las consecuencias es llegar tarde”, acotó. 

Es allí donde otras instituciones locales pero no gubernamentales, como los clubes, pueden adquirir un rol protagónico. “Niñeces y adolescentes pasan muchas de sus horas en espacios deportivos, en donde la sexualidad se pone en juego constantemente. Desde los estados también se puede pensar en trabajos en conjunto con esos lugares, que no siempre están obligados a impartir ESI. Se puede fomentar la participación de referentes barriales y organizaciones sociales”, sugieren desde la Fundación. 

El análisis parte de la base de que las personas adultas referentes en los clubes tienen vínculos de confianza con niñas, niños y adolescentes, y pueden escuchar e identificar distintas cuestiones como situaciones de abuso, discriminación o cambios durante la pubertad. 

“Los clubes también pueden ser espacios de mucha competitividad en donde se reproducen fuertemente mandatos y violencias de la masculinidad hegemónica. Trabajar este tema en un contexto tan específico es algo muy importante que fuimos construyendo de a poco con entrenadores y chicos. Se trata de pensar otras formas de vínculo para evitar relaciones tóxicas”. 

– Constanza Lupi, coordinadora en Fundación Huésped. 
Los clubes también pueden ser espacios de formación de ESI. Foto: GCBA.

El derecho a la salud sexual en la juventud

A lo largo de la conversación, los referentes de la Fundación Huésped invitaron a pensar la sexualidad desde una manera integral que puede ir más allá de la ley que regula el tema en los ámbitos públicos. “Como el modo de ser y habitar el propio cuerpo desde los comienzos de la vida hasta el final. Es un aspecto central del ser humano. Se modifica según las condiciones históricas y contextos de existencia”, explicaron. 

En este sentido, remarcaron la importancia de entender a los/as menores de edad como sujetos de derecho que merecen escucha, entendimiento y aprendizaje continuo. “La educación sexual integral para el ejercicio de los derechos puede ser difícil e incómoda. Termina convirtiéndose en una especie de pelota que quema y que se va pasando. Y no debe ser así”, metaforizó Didier Oliva, coordinador en la organización. 

Aquí compartimos conclusiones de la Fundación respecto a la sexualidad desde una mirada integral:

  • Incluye tanto el sexo y la reproducción, como la identidad, el cuerpo, los vínculos (con una misma y con otras personas), el deseo, el placer, el ejercicio de los derechos. 
  • Está atravesada por relaciones de poder entre personas, tanto en espacios públicos como privados. 
  • Vivir plenamente la sexualidad es un derecho de todas las personas.
  • La integralidad incluye reconocer la perspectiva de género, respetar la diversidad, ejercer derechos, valorar la afectividad, y cuidar el cuerpo y la salud. 
  • Así como la sexualidad no es algo estático, la educación sexual tampoco. Debe ser dinámica. Tiene que acompañar el crecimiento de niñas, niños y adolescentes, y construir su autonomía como sujetos. 
  • Las personas adultas no deben dejar escapar las oportunidades para hablar y educar responsablemente sobre la sexualidad.
Ilustración ESI, género y diversidad: Alejandra Andreone. Riberas UNER.

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Imagen principal: Educación Sexual Integral, Fundación Huésped.
Redacción +Comunidad.