COPA MUNDIAL DE LA FIFA
Argentina Campeón 2022: las calles y la celebración popular

Se calcula que entre 4 y 5 millones de personas acompañaron, a pie, la caravana de la Selección Argentina en el Gran Buenos Aires. ¿Qué rol juega el espacio público de una ciudad en las manifestaciones masivas? ¿Por qué decidimos salir a las calles? El balance urbano de los festejos multitudinarios.

calles

Fue la movilización popular más grande jamás registrada en la República Argentina. También la mayor celebración en la historia mundial de los deportes. Con estas afirmaciones, medios nacionales e internacionales reportaron con asombro los masivos festejos realizados entre Ezeiza y el centro de la Ciudad de Buenos Aires el 20 de diciembre de 2022. Para acompañar a la Selección, campeona del Mundial de Fútbol en Qatar, la población tomó las autopistas y las avenidas para convertirlas en auténticas megapeatonales. 

Si bien sólo unos pocos consiguieron ver de cerca a Lionel Messi y al equipo con la Copa, la capital argentina y sus alrededores fueron una fiesta total. Entre cantos, bailes, saltos y miles de banderas, aquel fue el día en el que la ciudadanía de a pie copó como nunca antes las vías públicas más icónicas de Buenos Aires.

Cuando millones de personas ocupan las calles, el paisaje y el orden urbano se transforman radicalmente. La rutina habitual es reemplazada y las actividades cotidianas desaparecen para dar lugar a un grupo humano –en este caso, sumamente heterogéneo– que manifiesta su presencia con un mismo fin: la celebración. ¿Cómo se explica, desde la gestión de una ciudad, esta masiva “apropiación” temporal de los espacios públicos? 

“Los espacios públicos funcionan como una plataforma para la creación de la identidad colectiva de una sociedad. Son lugares de múltiples dimensiones, que pueden ser libres y abiertos, de transición, para el colectivo común y compartido. Pueden fungir como espacios para la presentación y representación de identidades y cualidades de los individuos, la democracia, la protesta, la fiesta, entre otras manifestaciones”, analiza la socióloga Jéssica M. Fonseca Rodríguez. 

Movilización sin precedentes 

Para brindar seguridad a la población y a la caravana de la Selección Argentina, hubo un operativo conjunto entre el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y fuerzas nacionales. Se desplegaron 3.300 efectivos, 64 móviles, 115 motos, 3 camiones, 3 camionetas de ataque rápido y un contenedor de explosivos. Además participaron 27 minibuses, dos ambulancias con chofer, un centro de rehidratación, 3 grúas, dos talleres móviles y 4 drones. 

Aunque el micro con los jugadores no pudo completar el recorrido esperado hasta el Obelisco porteño, la fiesta continuó hasta entrada la noche. Entre las autopistas y las avenidas corría una marea humana nunca antes vista, haciendo, buscando y disfrutando la fiesta popular. 

Según cifras del gobierno argentino, se movilizó cerca del 10% de la población nacional (de 4 a 5 millones de personas). Y la cantidad de hinchas en las calles fue mucho mayor que en los países ganadores de mundiales pasados (Francia 2018, 1 millón; Alemania 2014, 500.000 personas). 

El Obelisco porteño fue uno de los epicentros de los festejos. Foto: Forbes Argentina.

“La ciudad en fiesta” y las calles

¿Pero, qué significa “una ciudad en fiesta”? “Desvela la expresión popular de los espacios urbanos transformados temporalmente. Se caracteriza por la ocupación de la calle y la plaza. El suelo se convierte en un territorio propicio para la improvisación de actividades, y los muros y fachadas de los edificios en elementos urbanos de reclamo y espectáculo. Cualquier rincón puede ser alterado y se ofrece al usuario toda una colección de espacios para la expresión de la cultura popular”, define el arquitecto español Juan J. Tuset.

Tras analizar el caso de la fiesta de Las Fallas en la ciudad de Valencia en 2010, el investigador concluyó que la “ciudad en fiesta” exterioriza posibles prácticas de urbanismo táctico. De esta manera, propone que urbanistas y arquitectos/as reconozcan “los espacios públicos ordinarios de una manera diferente” y promuevan “estrategias de regeneración de los asentamientos urbanos a una escala más humana”. 

“La calle, si bien de forma transitoria, se convierte en un espacio igualitario receptor de flujos humanos. La observación de cómo la gente cambia, modifica y se adapta a la ciudad cuando celebra la fiesta, informa que la ciudad común aspira a la construcción, identificación y liberación de la esencia de las relaciones sociales”.

Juan J. Tuset, doctor en Arquitectura.
La caravana de la Selección, en la autopista Ezeiza-Buenos Aires. Foto: AFA. 

¿Tenés una historia para contar? En +Comunidad podés hacerlo, ya sea sobre este tema o cualquier otro asunto relacionado a la vida en las ciudades y las comunidades rurales de Argentina, Latinoamérica y el mundo.

Imagen principal: vista de las autopistas de Buenos Aires, colmadas de hinchas a pie. Fuente: TyC Sports. 
Redacción +Comunidad.