adultos mayores
A medida que la población mundial envejece, las ciudades deben adoptar políticas y programas enfocados en el cuidado de adultos mayores. Desde iniciativas para combatir la soledad y el aislamiento hasta programas de actividad física y mental, buscan mejorar su calidad de vida y garantizar que puedan vivir de manera independiente y saludable en sus comunidades.
En los últimos años, Boston (Estados Unidos) implementó varios programas centrados en el logro de esos objetivos. Entendiendo que para llevar una vida productiva es necesario contar con opciones para movilizarse por la ciudad, la Comisión local de Edad Avanzada creó diferentes opciones de transporte destinadas a adultos mayores. Las unidades están acondicionadas para sillas de ruedas y su servicio es gratuito para personas de más de 60 años que deban acudir a citas médicas que no sean de emergencia.
Además, la Comisión ofrece cupones de taxi con descuento que están disponibles para mayores de 65 años y personas con discapacidades. Para todas las opciones de transporte público, la ciudad cuenta con voluntarios/as con preparación para acompañar a quienes lo necesiten.
Otra de las soluciones innovadoras destacadas mundialmente es la creación de “Cafés de la Memoria” en Boston. Se trata de distintos sitios, como bares, museos y organizaciones comunitarias, pensados como lugares acogedores para personas con olvidos u otros cambios en sus formas de pensar. Algunos cafés invitan a artistas y especialistas para ofrecer educación sobre las alteraciones de la memoria, y otros son sólo para relajarse y conversar. Hay opciones tanto de habla inglesa como hispana.
La capital de Massachusetts también cuenta con un programa de voluntariado destinado para personas mayores a 55 años que ofrecen su compañía a otros/as adultos/as que necesitan cuidados.
Solidaridad y acompañamiento en Chile
En la comuna de Quilicura, en la Región Metropolitana de Santiago de Chile, existe desde 2017 una iniciativa pensada para hacer más fácil la vida de adultos mayores. Se trata de lavanderías municipales solidarias, que ofrecen lavado, secado y planchado gratuito de ropa para personas en situación de vulnerabilidad social, tanto autovalentes como con movilidad reducida. Para estos últimos, el servicio es con retiro y entrega a domicilio.
El objetivo de la política pública, articulada con más de 100 organizaciones civiles dedicadas a la vejez, tiene como objetivo liberar de algunas tareas domésticas a adultos mayores, de modo que puedan disfrutar más de tiempo libre.
En 2021, más de 8.400 familias se beneficiaron de la medida, que trascendió ya a dos gestiones locales. “Nuestra motivación es acompañar un envejecimiento positivo, con dignidad, cariño y respeto para nuestras personas mayores. Por eso, el servicio de la Lavandería Municipal Solidaria se enmarca en un programa de protección de derechos y cuidados para las personas mayores”, planteó Paulina Bobadilla Navarrete, alcaldesa de Quilicura.
Según el gobierno local, la satisfacción generada entre las personas beneficiarias llevó a que distintos municipios de Chile consulten a la Alcaldía sobre los detalles del proyecto, con el fin de implementarlo en sus ciudades. En especial, afirman que el servicio fue de máxima utilidad durante los momentos más críticos de la pandemia de covid-19.
El envejecimiento como política de Estado
Ante el incremento poblacional de personas mayores en las ciudades, numerosos gobiernos locales alrededor del mundo implementan planes estratégicos pensados para el futuro. Uno de ellos es el de Santiago de Cali (Colombia), que cuenta con una Política Pública de Envejecimiento y Vejez para el período 2017-2027.
Tras un proceso de participación ciudadana, articulado con distintas organizaciones e instituciones de la sociedad, se plasmó en una serie de documentos la protección, promoción y ejercicio pleno de los derechos de las personas mayores como política de Estado en la ciudad.
Tiene un enfoque de ciclo vital que involucra a toda la población de forma indirecta y busca construir una cultura del envejecimiento activo y saludable. Utiliza estrategias como encuentros intergeneracionales, campañas de sensibilización y talleres en institutos educativos de todos los niveles.
Además, Santiago de Cali cuenta con un observatorio que posee sistemas inteligentes que facilitan la disponibilidad de datos y generan indicadores para seguir las tendencias de envejecimiento de la población. Y, como respuesta al problema de la violencia y los abusos contra adultos mayores, la ciudad estableció rutas de atención específicas.
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Redacción +Comunidad.