PLANIFICACIÓN URBANA
Paso a paso, las ciudades caminan hacia una mayor seguridad peatonal

Cada tercer jueves de marzo, en Argentina se recuerda la importancia de promover el cuidado y el respeto de los peatones en la vía pública. En esta nota, repasamos el concepto de las “ciudades caminables” e iniciativas locales que apuntan hacia ellas. Los casos de Godoy Cruz y Yerba Buena.

Godoy Cruz caminabilidad peatonal.

Peatonal

Según datos publicados por la asociación civil “Luchemos por la Vida”, el 21% de las víctimas fatales por accidentes de tránsito en Argentina son peatones. La cifra escala al 44% en el caso de los centros urbanos, poniendo en relieve la necesidad de contar con ciudades más amigables para las personas que circulan a pie o en medios no motorizados. 

Desde 2011, la tercera semana de marzo es utilizada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial para concientizar sobre el rol y los derechos de los peatones. En ese sentido, buscan promover hábitos de cuidado y prevención que permitan una convivencia respetuosa y solidaria entre los diferentes actores de la vía pública. 

La reflexión se enmarca dentro del objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de reducir la cantidad de muertes y lesiones graves en accidentes de tránsito en un 50% para el año 2030. Una de las claves para ir hacia ese camino es fomentar el desarrollo de las “ciudades caminables” (walkable cities): aquellas que están diseñadas y adaptadas para que las personas puedan desplazarse de manera segura, cómoda y accesible sin la necesidad de un vehículo. 

El concepto implica una planificación urbana que tenga en cuenta la infraestructura necesaria para garantizar la seguridad peatonal, como veredas amplias y libres de obstáculos, pasos de peatones señalizados, iluminación adecuada y una buena señalización vial. Así, las ciudades pueden mejorar la calidad de vida de sus residentes y reducir los accidentes.

Ciudad caminable y peatonal.
Una “walkable city”. Imagen: gbdmagazine. 

Un mapa para caminar la ciudad

En 2022, el Observatorio de Godoy Cruz (Mendoza) desarrolló un “mapa de la caminabilidad” como herramienta de gestión urbana. Se trata de un índice que ayuda a las personas a elegir con mayor facilidad sus recorridos diarios que no son motorizados. 

Junto con la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cuyo, la Municipalidad analizó durante un año y medio la situación de “caminabilidad” en la ciudad. Es decir, cuánto demora una persona en moverse de un sitio a otro en forma peatonal y qué tan amigable es el recorrido. Para desarrollar el mapa, se diagnosticaron los usos del suelo y atractores peatonales, conectividad (como acceso a transporte público y ciclovías), espacio viario (cruces, semáforos y velocidades), calidad ambiental y señalética. 

“Evaluamos cómo conseguir que el paso de una movilidad vehicular a una sustentable sea una alternativa real y segura. Los modelos de ciudades habitables y sostenibles están vinculados con la transformación del espacio público. Esto requiere de integración colaborativa y vinculación con el uso a escala humana”, diagnosticaron en Godoy Cruz. 

A partir de los datos obtenidos, disponibles libremente al público, el municipio preparará intervenciones en el corto, mediano y largo plazo. El objetivo no es sólo identificar la red troncal de caminabilidad –afirmaron–, sino también proponer una mejora continua con la participación activa del vecino. 

Caminabilidad peatonal en Godoy Cruz.
Mapa de caminabilidad en Godoy Cruz. 

Más veredas = más accesibilidad

“Las ciudades caminables fueron la norma durante miles de años. La mayor parte de la historia, la gente se movió principalmente a pie o, a lo sumo, en transportes tirados por animales Como resultado, surgieron centros urbanos pequeños y densos. Cuando se inventaron los trenes y los tranvías, surgieron las ciudades del transporte y las manchas urbanas crecieron. Luego, con el auge de los automóviles, se crearon áreas urbanas colosales”, repasa Sheehan Quirke, especialista en arte, arquitectura y urbanismo conocido como “The Cultural Tutor”. 

Con mayor o menor intensidad, ciudades en todo el mundo siguieron ese camino marcado por los vehículos motorizados. Yerba Buena (Tucumán), por caso, fue una de las localidades que más creció durante las últimas décadas en la provincia norteña de Argentina. Sin embargo, ese crecimiento no estuvo acompañado de una planificación específica que pusiera a las personas de a pie en el centro. Se abrieron y asfaltaron cientos de calles, pero pocas lo hicieron con aceras caminables. A lo sumo, eran franjas con césped. 

A inicios de 2023, la Municipalidad puso en marcha un plan de movilidad e integración urbana para revertir ese panorama. Llamado “Veredas Accesibles”, estableció como prioridad la construcción de pistas de cemento –con rampas, bancos, árboles y espacio suficiente– en los frentes de edificios públicos y establecimientos educativos. 

En forma paralela, la iniciativa –basada en una ordenanza legislativa local– avanza con manzanas residenciales y comerciales para mejorar la transitabilidad peatonal. Para estos casos, los frentistas deben encarar los trabajos bajo la posibilidad de ser multados en caso de no hacerlo dentro un plazo previamente comunicado. La pena no aplica para aquellas personas que se encuentren bajo la línea de pobreza. 

El objetivo de Yerba Buena es completar 100 cuadras hasta fines de 2023. “Las veredas son la expresión más simple del espacio cívico. Primero, reconocen la importancia del peatón. Y segundo, constituyen el cruce entre lo público y lo privado: favorecen los encuentros vecinales, alimentan el comercio y conducen la vida ciudadana. Al igual que otras infraestructuras urbanas, como el arbolado, las plazas, las calles y las ciclovías, reflejan la idiosincrasia de una ciudad”, reflexionó el intendente, Mariano Campero. 

Gran parte de las calles de Yerba Buena siempre fueron así, sin veredas para peatones.  

La seguridad peatonal, una tarea de toda la comunidad

La educación vial es un eje fundamental para promover acciones responsables que garanticen la seguridad de todas las personas en la vía pública. En ese sentido, la Fundación Bomberos de Argentina compartió una serie de recomendaciones para construir calles y veredas más amigables para todo el mundo. 

Recomendaciones para el conductor:

-Disminuir la velocidad al circular por las intersecciones.

-En calles concurridas y paradas de colectivo se debe bajar la velocidad por prevención y seguridad.

-En las escuelas o clubes deportivos la velocidad precautoria es de 20 km/h.

-Considerar que las personas con dificultad al caminar necesitan más tiempo para cruzar.

-Reducir el uso de teléfonos móviles y otras formas de distracción mientras se conduce.

 Recomendaciones para el peatón:

-De existir una senda peatonal, siempre se debe cruzar por ella. De no existir demarcación, el lugar apropiado para el cruce es la esquina. Nunca la mitad de cuadra.

-Al cruzar una vía hay que mirar hacia ambos lados. Si un tren acaba de pasar, hay que asegurarse de que no viene uno del otro lado.

-Nunca salgas de manera intempestiva de entre dos vehículos estacionados para cruzar la calle.

-El peatón debe prestar atención a las señales, semáforos y a las indicaciones de los agentes de tránsito.

-Los adultos deben llevar tomados de la mano a los chicos.

-Disminuir el uso de auriculares o teléfonos mientras circulan en la vía pública.

Seguridad peatonal.

¿Tenés una historia para contar sobre tu pueblo o ciudad? En +Comunidad nos gustaría conocerla y publicarla. Contactanos.

Imagen principal: calle “caminable” en Godoy Cruz, Mendoza, Argentina. 
Redacción +Comunidad.