DESARROLLO SOSTENIBLE
“Ciudades esponja”: una solución basada en la naturaleza para aprovechar cada gota de agua

Con diferentes técnicas, el concepto busca absorber y retener la mayor cantidad posible de agua en el entorno urbano. La idea surgió en China y ya es utilizada en ciudades de México y Chile para hacer frente a las recurrentes crisis hídricas.

El Zanjón de La Aguada es un conocido cauce natural que recorre varias comunas en Santiago de Chile. Durante décadas, sus crecidas en período de lluvias han causado daños en las zonas aledañas, muchas de ellas habitadas por familias en situación de alta vulnerabilidad social. Desde 2015, un proyecto trabaja para aprovechar la misma capacidad de la naturaleza en pos de controlar las aguas. 

Se trata del Parque Inundable Intercomunal Víctor Jara, un espacio público con diseño hidráulico y paisajismo incorporado. Su objetivo es doble: conducir y regular las crecientes, y generar un área recreacional verde al aire libre para los habitantes del sur de Santiago. Con 4,7 kilómetros de extensión, la iniciativa cuenta con equipamiento deportivo, paseos peatonales y lugares de esparcimiento. 

Pero, ¿qué quiere decir que el parque sea inundable? “Funciona cuando el Zanjón de La Aguada supere su capacidad para conducir agua de lluvias. Son vertidas al parque, donde son retenidas y devueltas al cauce de manera más paulatina, evitando las inundaciones en los sectores aledaños”, explicó el arquitecto Jaled Chauriye, miembro de la Dirección de Desarrollo Urbano en la Municipalidad de San Joaquín, en la zona sur de la capital chilena. 

Esto significa que el parque puede inundarse de forma controlada, conduciendo el agua en diferentes niveles durante el invierno (la estación húmeda). De este modo, durante el verano (estación seca), la comunidad puede disfrutar de los espacios verdes. 

Aprovechar el agua en el parque inundable.
Vista parcial del parque inundable Víctor Jara en Santiago de Chile. Imagen: El Ágora Diario.

De infraestructura gris a una verde

La solución en Santiago de Chile se acerca al concepto de las “ciudades esponja”. Se trata de una idea, de origen chino, que busca crear ciudades capaces de absorber y retener el agua de lluvia en lugar de permitir que se escape al sistema de alcantarillado y cause inundaciones. Para lograrlo, las obras deben promover el uso de tecnologías y prácticas que permitan la infiltración de agua de lluvia en el suelo y la vegetación, reduciendo así la escorrentía superficial.

Además de mitigar posibles desastres, las “ciudades esponja” también buscan mejorar la calidad del agua, incrementar la biodiversidad y disminuir el impacto del calor urbano. En resumen, se trata de un enfoque integral que busca mejorar la resiliencia de las ciudades frente a los impactos del cambio climático. Para hacerlo realidad, se necesita pasar de las tradicionales infraestructuras grises a modelos más verdes. 

Especialistas de distintas áreas proponen aplicar con mayor intensidad el modelo para aprovechar mejor el agua. “El problema que tenemos ahora es que la lluvia cae en menor cantidad en general durante una temporada, pero lo hace más en periodos cortos. Así, en algunos lugares escuchamos que estamos en sequía, pero nos inundamos más frecuentemente. Las ciudades esponja son aquellas donde se planifica tener tipos de humedales, jardines de agua, techos vivos, pavimento permeable y otras soluciones tecnológicas que permitan evitar que el agua escurra por las calles e inunde espacios causando daños en la infraestructura pública y privada o enfermedades”, definió Ignacio Rodríguez, director del Centro de de Humedales en la Universidad Austral de Chile. 

Existen distintas técnicas e infraestructuras para aprovechar el agua en las ciudades. Foto: Nanchang, China. AP Foto/Ng Han Guan.

El problema del agua en México

En Ecatepec, una ciudad habitada por 1,8 millones de personas a la par de la capital mexicana, ya están en marcha iniciativas de tipo “esponja”. La arquitecta Loreta Castro Reguera diseñó 10 prototipos para hacer frente a las sequías y las tormentas. En especial, apuntan a lidiar con los hundimientos frecuentes en el valle, la escasez de agua y los agrietamientos. 

“La Ciudad de México quizá sea la urbe con la transformación más drástica de su entorno natural. De haber sido una ciudad asentada sobre cuerpos de agua, ahora le quedan poquísimas trazas de este paisaje hídrico. Los más de 20 millones de personas que la habitamos estamos sometidos a vivir continuamente en la paradoja hídrica: escasez de agua potable y exceso de agua pluvial”, diagnosticó la experta en diálogo con el diario El País. 

Su propuesta consiste en crear un sistema descentralizado y pulverizado a lo largo y ancho de la mancha urbana, “que desahoga el estrés al que está sometido el sistema actual, de manera que la nueva forma de gestionar el agua sea un híbrido entre los sistemas tradicionales y las infraestructuras paisajísticas suaves”. 

En otras palabras, se trata de mejorar la gestión del agua a través de torres, piscinas públicas, lavaderos, terrazas filtrantes, techos verdes, humedales huertos y cisternas, entre otros prototipos.  

ciudades esponja
Diseño de una fuente de lluvia, por la arq. Castro Reguera. 

El concepto de las “ciudades esponja” –acuñado por el arquitecto chino Yu Kongjian– representa una alternativa “innovadora y efectiva” para hacer frente a los desafíos del cambio climático y mejorar la calidad de vida de las personas en las ciudades. Según su visión, se trata de repensar la forma en las que las ciudades están diseñadas y construidas, de forma que puedan absorber, filtrar y almacenar agua en lugar de simplemente desviarla y enviarla a ríos u océanos. 

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Imagen principal: “Ciudad esponja” en China.