CIUDAD CERTIFICADA 2024
La Usina Tecnológica convierte a San Miguel en una Ciudad del Conocimiento

San Miguel se propuso generar mayores oportunidades para su comunidad por medio de la educación y capacitación en tecnología. En esta nota te contamos cómo fue el trabajo y la estrategia para aprovechar la potencia de la economía del conocimiento.

La Usina Tecnológica (UTEC) es una de las apuestas más grandes que hizo la ciudad de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, para impulsar y promover el desarrollo de la Economía del Conocimiento, la Tecnología y la Innovación a nivel local. 

Surgió a partir de una mesa de diálogo público-privada, de la que participaron  más de 100 instituciones, comercios y empresas de la ciudad, que creyeron en la necesidad de potenciar un ecosistema innovador a través de un espacio físico.

Desde su inauguración, en mayo de 2023,  4.200 personas fueron parte de sus capacitaciones en tecnología, espacios de coworking, acompañamiento para el desarrollo de startups y diferentes instancias de investigación y desarrollo. 

San Miguel, una ciudad del conocimiento

El desarrollo de la economía del conocimiento en San Miguel se trabaja desde distintos ejes, por un lado la educación y capacitación en tecnología para que la población pueda contar con conocimientos habilidades que les permitan insertarse en el mundo laboral. 

Por otro lado, se busca potenciar industrias y emprendimientos tecnológicos locales, sin dejar de lado la importancia de acompañar una transformación productiva de las industrias y comercios de otros rubros que actualmente son motor de la economía local

Juan Cabrera, Subsecretario de Economía del Conocimiento de la Municipalidad de San Miguel, cuenta que antes de crear la Usina Tecnológica, tuvieron otras experiencias afines, ofreciendo cursos virtuales de programación, marketing digital y diseño UX. 

San Miguel
Inauguración de la Usina Tecnológica. Imagen: Municipalidad de San Miguel.

El funcionamiento de la Usina Tecnológica 

El espacio se encuentra en el predio del Colegio Máximo y cuenta con seis aulas en donde se dictan clases de robótica, programación e impresión 3D, entre otros cursos que varían de acuerdo a las necesidades que va expresando el alumnado.

Belén Bianco, Coordinadora de la Usina Tecnológica de San Miguel, explica que un desafío constante es “responder a las necesidades de un sector tan cambiante, lo que creíamos que necesitaba el sector tecnológico en formación hoy ya fue cambiando”.

El lugar también ofrece una sala de cowork abierta y gratuita para quienes quieran usarla, sobre todo los perfiles vinculados a la tecnología y la innovación, para quienes resulta un espacio de trabajo pero también de intercambio y aprendizaje con sus pares.

La respuesta de la comunidad

El Subsecretario de Economía del Conocimiento comenta que en menos de un año de funcionamiento ven cómo muchas de las personas que ya pasaron por la Usina Tecnológica vuelven con ganas de seguir siendo parte del espacio y sus propuestas.

En esa línea agrega que desde la municipalidad también tienen otras iniciativas paralelas que les permiten generar comunidad alrededor de estos temas, una de ellas es AfterTECH, un encuentro de charlas con referentes de la economía del conocimiento.

“De esta propuesta me parece interesante remarcar que invitamos a perfiles locales, que tienen empresas chicas que pueden conectar con la realidad de los vecinos, y también perfiles como uno de los cofundadores de Lemon Cash”, suma la coordinadora.

San Miguel
Clases dentro de la Usina Tecnológica. Imagen: Municipalidad de San Miguel.

Otra iniciativa que les permitió llegar a la sociedad fue el trabajo con 25 escuelas secundarias, a través de una alianza con el Programa Envión de la Provincia de Buenos Aires, con la que ofrecieron cursos a 600 jóvenes de los últimos dos años.

También organizaron un hackatón del que participaron 300 adolescentes de 30 escuelas públicas y privadas, en donde aprovecharon para invitarlos a participar de la Usina Tecnológica, y cualquiera de los cursos que quieran tomar. 

Otro hito es el Cluster de Software de San Miguel, en donde crearon espacios de formación para atender a las necesidades tecnológicas de pequeñas y medianas empresas de la ciudad, un público al que también quieren llegar con su oferta.

Sembrar la semilla del conocimiento

San Miguel se propuso mejorar la calidad de vida de las personas a través del desarrollo de la economía del conocimiento, un sector que, como dice el subsecretario Juan Cabrera, “crece a pasos agigantados y ofrece nuevas condiciones laborales”.

La Coordinadora de la Usina Tecnológica, Belén Bianco, expresa que todas estas iniciativas son  “una gran oportunidad para personas que ya venían por fuera del sistema económico, esto les permite insertarse y aportar al crecimiento local”.

“Creo que lo que nosotros vemos en esta economía es un potencial enorme para insertarnos en un mundo que genera desarrollo humano, profesional y económico, y que como dice Juan, mejora la calidad de vida de las personas”, cierra Bianco.

Imagen principal: Municipalidad de San Miguel.