DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN, ESPAÑA
Una centenaria historia de emprendimiento e innovación

Situada en las costas del Golfo de Viscaya, esta ciudad vasca se ha consolidado como un polo científico y emprendedor en España. En la columna, un funcionario del Ayuntamiento local repasa las claves del progreso que comenzó a construirse hace más de un siglo.

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Por Íñigo Olaizola, director gerente de la
Sociedad de Fomento de San Sebastián (*)

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1813 es un año de referencia para San Sebastián (País Vasco, España). Es el año en que fue casi completamente destruida y a su vez el año que marca el nacimiento de una nueva etapa, impulsada por la voluntad y el esfuerzo de aquellos y aquellas donostiarras que diseñaron y construyeron los cimientos de la ciudad que hoy conocemos. Y no solamente los cimientos físicos, con sus ensanches, su diseño de cuadrícula, los nuevos barrios, el encauzamiento del río, etc, sino también los cimientos de un espíritu emprendedor y una voluntad de progresar y “engrandecer la ciudad”, en términos de la época.

Ese espíritu y capacidad transformadora, que hoy llamaríamos innovación, son los que hicieron posible que la ciudad construyera y albergara la primera central telefónica del Estado, antes que Madrid o Barcelona, allá por el 1926. El propio comercio local, en el 1953, impulsó una Semana Internacional de Cine, que hoy conocemos como el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que en 2022 cumplió su 70° edición y que se encuentra entre los más longevos y prestigiosos de Europa.

En los años 80 nos encontramos con el impulso de una nueva propuesta culinaria donostiarra, con unos pocos cocineros que buscan aprender e innovar y traen desde el país vecino, Francia, nuevas técnicas que adaptan al gusto y la materia prima local, desarrollando todo un proceso de crecimiento que configura lo que se ha denominado la nueva cocina vasca. Una corriente transformadora de la cocina española, referente en el mundo y que contribuye a posicionar nuestro pequeño territorio a nivel internacional, consiguiendo convertirse en la segunda ciudad en el mundo con mayor cantidad de estrellas Michelin por habitante, meca gastronómica para visitantes y profesionales y germen de innumerables iniciativas vinculadas al ámbito gastroalimentario.

Festival de Cine de San Sebastián. En 2023 cumple 70 años. Foto: Twitter.

Un polo científico en la región

Otro ejemplo del espíritu emprendedor e innovador de esta ciudad lo encontramos en el ámbito científico. El desarrollo del ecosistema científico tecnológico de San Sebastián en estos últimos 22 años sólo se puede catalogar como extraordinario. Probablemente no exista otra ciudad de este tamaño (187.850 habitantes) que en tan breve plazo de tiempo haya desarrollado no sólo un número de infraestructuras y centros de investigación tan importante, sino un crecimiento semejante en el personal y talento investigador que atrae y concentra (más de 5.300 personas investigadoras). Supera en las comparativas las medias europeas, estatales y a nivel de Euskadi, también en la inversión en I+D, que puede equipararse con las regiones del norte de Europa.

San Sebastián, tal y como indica la prestigiosa revista Nature es número uno en ciencia colaborativa a nivel mundial y se encuentra referenciada entre las 200 ciudades científicas más importantes.  Este fenómeno, más allá de la apuesta institucional por el impulso de un nuevo sistema de generación de ciencia y conocimiento, solo puede explicarse por esas personas, referentes en el ámbito de la investigación, como Pedro Miguel Etxenike, Txema Asua, Martin Lomas, Julio Arrizabalaga y tantos otros que han recogido el guante y han emprendido proyectos transformadores, desarrollando propuestas con alto valor añadido e impacto en el territorio. Personas que han emprendido un camino para impulsar la ciencia a otros niveles en su ciudad, pero abiertos al mundo.

Instalación farmacéutica en Donostia-San Sebastián. Foto: Viralgen.

Una sociedad de emprendimiento

Estos ejemplos nos muestran una ciudad y sociedad con un claro caracter emprendedor a lo largo de su historia reciente. Determinación, asunción de riesgos, consistencia, innovación, colaboración, coherencia, búsqueda de impacto y valor añadido, etc. son algunos de esos atributos que definen esa personalidad. Y también definen a la propia Sociedad de Fomento, una sociedad pública municipal constituida en 1902, que cumple 120 años, y que no tiene otro objetivo que impulsar el desarrollo de la ciudad desde ese espíritu y caracter emprendedor que ya sus fundadores mostraban en su afán por “engrandecer San Sebastián”.

En estos 120 años, la Sociedad de Fomento ha podido cambiar en algunos casos de actividades y proyectos, desde los hoteleros (como el Hotel María Cristina) y de eventos (como las Carreras de Caballos), de principios del siglo XX, hasta los proyectos SMART o la estrategia de Talento y la puesta por la ciencia y la tecnología como drivers de crecimiento y marca de ciudad en el siglo XXI. Pero en definitiva mantiene las mismas claves de acción: impulsar proyectos sostenibles, innovadores, en colaboración con los agentes, siendo un catalizador de acciones transformadoras. En resumen, somos una sociedad emprendedora.

Sociedad de Fomento de Donostia-San Sebastián.

Personas, proyectos y ecosistema

Y entre los objetivos estratégicos marcados por la Sociedad de Fomento destaca el impulso del emprendimiento como eje claro y apuesta de ciudad. La apuesta es potenciar nuestra ciudad como un gran lugar donde vivir y trabajar, donde poder emprender, generando espacios, recursos y oportunidades. No sólo para perfiles locales o internacionales con proyectos innovadores, sino también desarrollando una cultura emprendedora desde edades tempranas. Y también generando un marco de colaboración para el resto de agentes de la ciudad que facilite el desarrollo de iniciativas compartidas.

En esta estrategia el proyecto Talent House 2 (que pronto tendrá un nombre adecuado a su objetivo) que verá la luz en 2023 se convertirá en una iniciativa estructurante. Permitirá trabajar en toda la cadena de valor, desde la educación hasta la financiación pasando por los programas de aceleración, el coliving o los eventos y la socialización. Es un proyecto que permitirá ofrecer un marco de colaboración y encuentro a los agentes activos de la ciudad en materia de emprendimiento. Esperamos que permita dar ese impulso que la ciudad necesita, aprovechando todos sus recursos, tanto en materia de conocimiento e investigación científico tecnológica, como de talento y formación, calidad de vida, etc.

Personas, proyectos y ecosistema son los tres ejes o factores clave que trabajamos para poder desplegar estrategias con impacto en la ciudad. Los tres conectados, los tres interdependientes, y más en entornos y tiempos complejos como los que vivimos. Esta es nuestra apuesta, una apuesta compartida, de ciudad, una apuesta por una San Sebastián emprendedora. Esperamos contar con tod@s en este reto.

El nuevo Talent House busca atraer más talentos en la ciudad.

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(*) Este artículo fue publicado originalmente en el sitio BerriUP el 19 de septiembre de 2022. Sus editores autorizaron a +Comunidad su adaptación y replicación.
Foto principal: Unsplash/Ultrash Ricco. Vanitatis – El Confidencial.