BELO HORIZONTE, BRASIL
Del desperdicio a la oportunidad: el reciclaje de equipos electrónicos como puente hacia la inclusión digital

Desde hace 15 años, la capital de Minas Gerais lleva adelante un programa reconocido por su contribución a la economía circular. Además de evitar que toneladas de chatarra electrónica termine en vertederos, promueve la capacitación de miles de jóvenes.

En medio de los crecientes desafíos ambientales que enfrenta la Tierra, el reciclaje es una de las banderas más consolidadas en busca de la sostenibilidad. Por su cercanía a la población, los gobiernos locales desempeñan un papel esencial en esta tarea y promueven prácticas efectivas que tengan impacto. También tienen la posibilidad de crear soluciones innovadoras que, además de las bondades ecológicas, tengan criterios de inclusión socioeconómica. 

Este es el caso de Belo Horizonte (Brasil), que implementa desde 2008 un proyecto integral para abordar los desechos electrónicos y generar empleo juvenil. Tras una alianza conjunta entre el gobierno local, organizaciones civiles y empresas privadas, se estableció el Centro de Reacondicionamiento de Computadoras (CRC). Su objetivo principal es recolectar, reparar y darle una nueva vida a dispositivos electrónicos que habrían terminado en vertederos. 

Los equipos reacondicionados son donados o vendidos a precios accesibles a instituciones educativas, fundaciones y personas de bajos ingresos. “Es un proceso muy sano desde muchos puntos de vista. Es un círculo virtuoso donde se beneficia el medio ambiente y se promueven la inclusión digital y la capacitación tecnológica”, resumió Leandro García, presidente de Prodabel, la empresa mixta de Informática e Información del Municipio de Belo Horizonte. 

En promedio, el CRC revisa 100 máquinas por mes y cambió la vida de cientos de comunidades. En 2021, por caso, la donación de cinco computadoras permitió que la casa de una habitante de Vila do Índio, un barrio desfavorecido en la ciudad, se convirtiera en un “telecentro” donde varias personas pueden usar internet. “Gracias a esto muchos niños y adolescentes pudieron estudiar durante la pandemia”, comentó Mónica Jesús de Paula, dueña del lugar. 

El programa está dirigido principalmente a jóvenes entre 16 y 24 años en comunidades de bajos ingresos.

¿Cómo funciona?

El proceso de funcionamiento del CRC implica varias etapas. En primer lugar, se recopilan los desechos electrónicos, incluyendo computadoras, laptops, tablets y otros dispositivos electrónicos obsoletos o en desuso. Desde 2018, gracias a un convenio con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el proyecto cuenta con un vehículo propio para recolectar los aparatos en distintos barrios. 

Luego, estos dispositivos se someten a un proceso de evaluación y diagnóstico para determinar si son reparables o si se pueden utilizar sus componentes para el reacondicionamiento de otros equipos. Una vez que se identifican las unidades aptas para su reparación, un equipo de técnicos capacitados se encarga de realizar las reparaciones necesarias y actualizar los sistemas operativos. El objetivo es asegurarse de que los dispositivos estén en buenas condiciones de funcionamiento y puedan cumplir con los requisitos básicos de uso.

Una vez refaccionados, se distribuyen a escuelas, centros comunitarios, bibliotecas, iglesias, hospitales u otras instituciones que puedan beneficiarse de ellos. Esto no solo permite que las personas y las comunidades accedan a la tecnología, sino que también fomenta la inclusión digital y el acceso a la información.

El impacto de la iniciativa ya sobrepasa los límites de Belo Horizonte y del estado de Minas Gerais. “Atendemos demandas de municipios del norte y de otros estados como Espíritu Santo y Río de Janeiro. Es importante llevar esta oportunidad de inclusión digital a quienes lo necesiten”, reflexionó Wellington Cardoso, superintendente de Inclusión Digital de Probadel. 

Reciclaje electrónico.
Reacondicionamiento en talleres del CRC. 

Un ejemplo de economía circular

En promedio, por cada tres computadoras donadas, el CRC puede fabricar una nueva. Entre 2008 y 2019, se restauraron más de 9.000 máquinas y se evitó que cerca de 15.000 kilos de chatarra electrónica terminaran en vertederos cada año. Y más de 10.000 ciudadanos fueron capacitados en habilidades tecnológicas básicas y educación ambiental. 

“Es un ejemplo de economía circular baja en carbono. Como muchos otros programas de reacondicionamiento, reutiliza miles de equipos. Pero lo que lo hace destacar es su enfoque multifacético que beneficia al medio ambiente y brinda perspectivas laborales a la población local”, destacó la Fundación MacArthur. 

El programa de Belo Horizonte logró reducir la cantidad de residuos electrónicos, promover la sostenibilidad, aumentar la inclusión digital y brindar oportunidades para que los jóvenes prosperen en un campo emergente y en constante evolución como es la tecnología. 

El valor del reciclaje

Cada 17 de mayo, se celebra el Día del Reciclaje para recordar la importancia de llevar adelante una adecuada gestión de residuos y desarrollar acciones comprometidas con el cuidado del ambiente. Repasamos algunas notas de +Comunidad que cuentan historias de soluciones en diferentes ciudades:

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Imagen Reciclaje: The Food Tech. 

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Imagen principal: Prefeitura de Belo Horizonte / Flickr